Teoría Geral do Homem

por

Ramón Carrillo

Contacto / correspondence: vixit (1906-1956)

 

Precedida de un estudio preliminar,

 

Evolución

de la antropología filosófica

de Ramón Carrillo:

la etapa definitiva

 

por

Mario Crocco

Contacto / correspondence: Postmaster [-at] neurobiol.cy.edu.ar

 

Electroneurobiología 2006; 14 (3), pp. 9-69; URL <http://electroneubio.secyt.gov.ar/index2.htm>

 

Copyright © junio 2006 Electroneurobiología. Esta texto es un artículo de acceso público; su copia exacta y redistribución por cualquier medio están permitidas bajo la condición de conservar esta noticia y la referencia completa a su publicación incluyendo la URL (ver arriba). / This is an Open Access article: verbatim copying and redistribution of this article are permitted in all media for any purpose, provided this notice is preserved along with the article's full citation and URL (above).

 

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SUMMARY: Ramon Carrillo's Program ("Temário") for his 1956 course on The General Theory of Man in the Faculty of Law of the University of Belem, State of Para, Brazil, contains his definitive view of what a human person is and why to respect it. It also includes hints of an important insight whose context Carrillo was trying to write down in full when he was seized upon by the foreseeable cerebral attack which, in three weeks, put him to death. Mario Crocco's accompanying essay, Evolution of Ramon Carrillo's philosophical antropology: The definitive stage, contributes historiographical material, context, and amplification to some points of this extremely succinct Carrillian text.

___________

 

Estudio preliminar:

Evolución

de la antropología filosófica

de Ramón Carrillo:

la etapa definitiva

 

por

Mario Crocco

 

Tramo consagrado a la última fase de la antropología carrilliana en la exposición en homenaje a Ramón Carrillo, brindada el 1º de mayo de 2006 en el local de la Secretaría de Cultura de la Nación en la XXXII Feria de Libro realizada en  Buenos Aires.

 

 

El infortunio nos hace concisos. En este texto de exilio Carrillo buriló sólo y nada más que lo esencial para transmitir la idea, de qué es persona, a la que llegara en la última etapa de su itinerario conceptual.

 

Con esa idea de qué es persona Carrillo buscaba el sostén conceptual de su obra, motivada por el amor al prójimo sin exclusiones pero injustificada en el andamiaje de conceptos científico-naturales de la época. Casi simultáneamente Erich Fromm, preparando con la noción de biofilia (biophilia) su Humanismo socialista, advertía la misma necesidad de justificar por qué respetar a las personas cuando la acción social se conceptuaba en esas ciencias. Si estas ciencias describen a la gente cómo alimentos transformados no se justifica ningún esfuerzo por transformar su sociedad. Si la describen como capaz de construirse a sí misma de raíz y del principio al fin, tampoco.

 

Carrillo conocía ese conflicto de la descripción científica muy bien. ¿Por qué hizo lo que hizo? ¿De dónde sale que esos víveres sintientes u omnipotentes arquitectos tengan valor, merezcan entrega, desvelos y respeto?

 

 

La sexta etapa

 

Los textos orgánicos de la sexta etapa son tres: la carpeta de "Paragnosias", menos articulada; los manuscritos de primavera mencionados más abajo que originalmente iban a componer una Hipótesis sobre la física de los nexos, estructuras y formas y formaron finalmente una "Física de la estructura y de la Forma", esto es, desarrollaron un tópico contextualmente fundamental pero en cuanto a la antropología filosófica sólo propedéutico; y el "Temário" aquí presentado, que revela por qué Ramón Carrillo realizó su obra.

 

Este texto carrilliano es excesivamente conciso. Pero está muy por delante en madurez de las extensas carpetas de la etapa previa inmediata (numerada quinta según lo bocetado en otros tramos de esta exposición) en la evolución de su antropología filosófica. Esas carpetas de la etapa previa contienen un "conjunto heterogéneo de monografías" aún impropiamente articuladas o desajustadas entre sí, "que por sí mismas son un artículo de cualquier revista científica o filosófica", constituyen los diversos "materiales o elementos para una teoría general del hombre" y hubieran constituído una obra impresa de entre mil y dos mil páginas. Ramón Carrillo la había venido compaginando entre 1952 y 1955, con fuerte influencia del funcionario del Ministerio de Salud e historiador de la ciencia Desiderio Papp Pollack (1895-1993) y, menor, de su amigo epistemólógo Raúl Sciarreta, luego vector de Gramsci y Lacan y "erudito despistado" (al decir de Oscar Masotta) que también finó sus días en estado de abandono y bancarrota.

 

Al contrario, lo que importa y resalta de este lacónico texto es cómo se articulan entre sí los puntos que Carrillo ha seleccionado para presentar y cómo se jerarquizan los criterios que los hacen significativos y legitiman sus implicaciones. Esto es, cómo juega internamente la selección temática que el texto exhibe.

 

En esta sexta etapa de su itinerario en antropología filosófica, toda ella emplazada dentro del año 1956, habita Carrillo exiliado en materia filosófica, solo, sin las adiciones de Papp, sin las ediciones de Sciarreta, sin la visión del hombre que el astrónomo aficionado Enesto Sábato plasmaba en las pocas novelas que por entonces Carrillo recibía pero no hallaba tiempo de leer, labrando sólo lo que de sus antiguos mentores había hecho propio y conjugaba a su modo. Hay aquí por consiguiente materia biomédica, científico-natural, social, pero en este condensadísimo temario es lo de menos. Lo que cuenta es cómo está conjugada, en función de cuestiones últimas que Carrillo hacía propias y las circunstancias vedaban a toda intervención ajena.

 

Esa veda es importante porque el joven Sciarreta, que atravesaba una época de entusiasmo por la cibernética, había oficiado de corrector editorial mientras se encontraba embarcado en una antropología incapaz de distinguir personas a priori de sus diferencias adquiridas biográfica o históricamente, esto es, a priori de sus diferencias en contenidos mentales y en conformación orgánica. Sciarreta no podía distinguir conceptualmente una sensación en mí de otra sensación igual acaeciente en otra existencialidad, vecina o lontana. Cualquier selección terminológica que aportara entonces Sciarreta al texto habría pues de confundir, ofuscando las nuevas distinciones con que lidiaba Carrillo al respecto.

 

Y también es importante esa veda de la intervención ajena, que informa al presente texto carrilliano, porque, por su lado, Papp sostenía una antropología filosófica no rigurosa y a menudo opuesta a las intuiciones de Carrillo: una "filosofía antropológica" (así lo escribía a veces Carrillo, como veremos) donde Papp brincaba, grácilmente y sin mirar, sobre la distinción entre substancia y accidente (Met. IV) por creerla como los anglos tan sólo dogma papista. Al así describir las realidades halladas en la naturaleza poniendo las entonaciones subjetivas en el tipo de existencia propio de las manzanas o los cantos rodados, Papp había optado (a diferencia del joven Sciarreta, deliberadamente) por mirar el nexo psicofísico como si este sólo consistiera en causalidad eficiente, à la Locke. Papp se había cegado, voluntariamente, al asunto de la inhesión, cuyo planteo Jakob había transmitido con el concepto de "entonación subjetiva" (lo que se entona debe ser algo) y Carrillo lo conjugó con otros factores recibidos durante su formación. De este modo tampoco Papp podía distinguir conceptualmente una sensación en mí de otra igual en cualquier otra existencialidad, ni en consecuencia distinguir personas a priori de sus diferencias adquiridas biográfica o históricamente. Se parecía en esto a lo que estamos acostumbrados a ver aún hoy en neuropsicólogos anglo-norteamericanos. Ello le impedía valorar o respetar al existente individual en sí mismo, dejando sin justificación conceptual el empeño al que Carrillo había dedicado la vida.

 

Así surge por ejemplo de las notas que, hacia 1952, Papp en función de revisor (término empleado en el agradecimiento de Carrillo) aportó, con delatora estilometría, a "Los espacios del hombre". Ese texto carrilliano-pappiano de la quinta etapa, basado en dos conferencias brindadas por Ramón Carrillo en 1950 cuyos registros imperfectamente desgrabados y publicados confió a Papp para revisar e integrar por cuanto las funciones ministeriales le impedían hacerlo personalmente, fue la introducción proyectada por entonces para el voluminoso corpus dactilografiado – stromata, amontonada "ropa de cama" en el símil de Juan Damasceno, o kantiano patch-work como hubiera escrito Kemp Smith – "que son veintiún (21) tomos de originales tamaño oficio" según lo refiere a su hermana Carmen Antonia Carrillo, "La Chata", en carta del 6-10-1955. Como todas las cartas que citaré en el presente estudio preliminar para la publicación en Electroneurobiología del temario del curso intitulado "Teoría Geral do Homem", esa carta que fuera privada también se halla publicada ahora. Lo lograron su hermano Arturo Carrillo y su sobrino Augusto en la obra que con ejemplar abnegación consiguieron imprimir, Ramón Carrillo: El hombre … el médico … el sanitarista … (Imprenta Edili, Buenos Aires, 2005). Volviendo al corpus de estudios mencionado, el mismo ya iba síendo concebido por Carrillo como teoría estructural del hombre "que hace años tengo en incubación" (íbidem, 7-3-1956; luego volveré sobre el retiro de la palabra estructural del título).

 

Lo que centralmente nos importa aquí y manifiesta el cambio de etapa es lo que Ramón Carrillo dice con todas las letras en la carta del 20-3-1956 a "Chata" (op. cit. p. 186/7, la cursiva es mía):  "Tengo el material en bruto de mi libro en unas 20 carpetas. Yo ahora lo estoy ordenando por capítulos /…/ Estos son los 'materiales o elementos para una teoría general del hombre' [entrecomillado de Ramón Carrillo], pero no corresponden a mi concepción actual completamente diferente, fundada en la teoría de la estructura, de la entropía y de la mutación, ideas fundamentales que he concretado en seis leyes biocósmicas."

 

Hacia ese mismo día Carrillo había confiado a su esposa que como médico estimaba que solamente habría de vivir nueve meses más. Pensaba en un ataque cerebrovascular proveniente de la alta presión ocasionada por su disfunción renal (secuela de la infección a la que sobreviviera en 1937 por los desvelos clínicos de su amigo Salomón Chichilnisky), ya que mencionó la posibilidad de que antes de morir quedara cuadri- o hemipléjico. Acorde continúa esta carta (op. cit. p. 187): "Si por cualquier causa yo no pudiera redactar la obra definitiva, de acuerdo al plan de mi curso en Belém, esos materiales se pueden publicar como libro, como 'Elementos para una Teoría General del Hombre', con la salvedad de que no son sino los ladrillos del edificio que estaba construyendo."

 

El tema ya lo había tocado en la carta antes señalada, del 6-10-1955, donde al respecto había escrito: "El libro … casi todo lo tenía hecho en Buenos Aires y a máquina. Ahora estoy preparando la síntesis, que es lo que vale; si me pasara algo, entonces se puede publicar tal como está, previa revisión por Sciarreta y Lacoste." (Op. cit., p.180, cursiva mía). En la carta que estoy transcribiendo del 20-3-1956 (op. cit. p. 187), Ramón Carrillo continúa así: 

 

"Habría que agregar cuál era mi desarrollo, cuál mi pensamiento, dentro del que serían encuadrados esos materiales en bruto. Además tengo una libreta de cuero, con todas mis reflexiones sobre el tema a partir de enero de 1955, y que lleva por título 'Paragnosias'. Todo eso es un material muy valioso pues corresponde a 7 años de meditaciones y sobre todo de recopilaciones benedictinas para elaborar una doctrina del hombre. Yo ya estoy haciendo discípulos: ya tengo uno que se llama Ceme Ferreira Jordy, médico, que me ha asistido en mi enfermedad, y que tiene gran interés por mis ideas. Es joven, 27 años, y espero que como el pobre Sciarreta, me ayude de todo corazón como lo está haciendo."

 

Y en la misma carta, unos párrafos antes, había expresado:

 

"Aquí inicié, en la Facultad de Derecho un curso sobre 'Teoría Estructural del Hombre'. Pronto mandaré folletos con el programa. [De tal envío se toma el cuerpo del presente artículo. MC]  Es la base de mi nuevo libro, que será definitivo y consagratorio. Creo que estoy haciendo una obra monumental y trascendente desde el punto de vista integral, es decir filosófico y metafísico. Después de eso si no me consideran un Kant o un Bergson, le pasará raspando."

 

Por más que estuviera escribiendo en privado y con santiagueño gracejo a su muy querida hermana, la probada modestia de Ramón Carrillo le hubiera impedido expresarse de este modo campechanamente exagerado, del todo insólito en él, salvo para transmitir su entusiasmo ante nuevos hallazgos conceptuales. ¡Entusiasmo! ¿De qué otro modo decírselo a su hermana? Acto seguido, tal como un estratega dispone sus tropas, Carrillo identifica lo poco que le puede faltar para montar eso que avizora: "Hablale a Papp y decile que me extraña su silencio, y que si por favor me puede mandar un ejemplar de su libro '¿Adónde va el género humano?'  Lo mismo le agradeceré me mande todos sus libros, si puede. Hablale a Sciarreta, el corrector (Cangallo 1757, 1º piso, Dpto. 5 [ese departamento, y los dos sucesivos, Sciarreta los tenía abarrotados con libros hasta en la sala de baño. MC]) y decile que me mande todos los libros de cibernética en francés. En inglés tengo todos. En francés sólo tengo el de Wiener Cibernètique et société y el de Guilband. Esos no los necesito. Papp vive en Leandro N. Alem 428, Teléfono 31-4243. No me mandes novelas, pues yo no tengo tiempo de leerlas …"

 

Siguió en sus trece. Tras seis durísimos meses de esfuerzo, indigencia, ilusiones tantas como desilusiones, el 25-9-1956 Ramón Carrillo escribió a "Chata":

 

"Recibí el libro de Koffka sobre 'Teoría de la Forma' y tres libros de Papp que creo que son los que me mandó por su cuenta. Acabo de recibir '¿Adónde va el género humano?' Ya no necesito más libros; estoy bien equipado. Además cada vez puedo leer menos pues tengo un déficit visual. /…/  Estoy ahora compaginando mi libro. No sé cuántos miles de páginas van a salir. Estoy empaquetando en grupos para hacerlo encuadernar en tomos. Creo que saldrán 12 a 15 tomos escritos a máquina, tamaño oficio, papel grueso; que impresos pueden ser dos tomos voluminosos de 1.000 páginas cada uno. El trabajo de hacer los índices, encuadrarlos, atarlos, etc., lo hago solo. ¡Cuánto lo extraño a Miguelito! Veré si puedo pagar la encuadernación que aseguraría la conservación del original. De lo contrario las divisiones serán hechas con piolines. Una vez que tenga todo compaginado y cuente el número de páginas te pediré que consultes a alguien allá para saber cuantas páginas de imprenta da, en un formato como el libro de Koffka.

 

En realidad, el libro es largo porque no tengo tiempo para hacerlo más corto. Terminada esta tarea trataré de resumir mis ideas en un breve trabajo sobre Hipótesis sobre la física de los nexos, estructuras y formas, que es la clave de todo mi pensamiento.

 

Como el prólogo y todas las cosas de cocina que justifican el libro, los tengo escritos a mano (ya que aquí un dactilógrafo es tan raro como un marciano) no te mando nada. Pero conviene que yo en una próxima carta te dé una idea general de mi pensamiento – que es realmente nuevo y transformador – y que quizás no está en el libro, pues el libro es sólo documental, y contiene más que todo un conjunto heterogéneo de monografías, que por sí mismas son un artículo de cualquier revista científica o filosófica." (ib., 196).

 

Un mes después (ib., 197/8), apuntaría Ramón Carrillo: "Belém, 23 de octubre de 1956. Mi querida Chata: /…/ Ya estoy prisionero aquí y no creo que me pueda mover. /…/ Estoy escribiendo un artículo, que si Dios quiere se transformará en libro. Se titulará 'Física de la estructura y de la Forma'. Estoy convencido de que es algo revolucionario dentro de la filosofía. Me siento en esta materia un Newton, un Einstein o un Planck. Ni más ni menos. ¿Qué me dices?"

 

Otra vez. Si el lector no conociese la visceral modestia de Carrillo, no percibiría en esta comparación su más alta expresión íntima de entusiasmo, dirigida en privado a una amada hermana, ante el hallazgo de una valiosa articulación conceptual. Con todo, nótese la elección que informa su comparancia. Ramón Carrillo se compara con físicos escribiendo "dentro de la filosofía", lo que indica que la articulación hallada es materia científico-natural relevante a la antropología filosófica. ¿Cuál es esa articulación? La carta prosigue: "Tengo el plan del trabajo y apuntes sobre capítulos, fruto de mis reflexiones que las tengo reunidas en miles de papeluchos. Escribo metódicamente 4 páginas por día. Ya llevo un mes. Lo único más o menos terminado son mis 7 leyes físicas de la estructura. Toma nota de todo esto que te digo."

 

Y el 29 de octubre de 1956 (ib., 197/8): "Te mando un recorte de un diario donde estoy con el jefe del gabinete del gobernador, que es íntimo amigo mío, presenciando un macumba, espectáculo religioso, mezcla de rito africano con tambores y danzas negras, con santos católicos, magia blanca y negra, espiritismo, película [norte]americana de África y espectáculo tipo Tabaris [una famosa boite porteña con espectáculo picaresco, donde asimismo asistían conocidos psicoanalistas], hipnotismo y crisis histéricas en grupos como si fuera La Salpetrière de París – en tiempos de Charcot – dirigido todo por un vivo, el 'Padre del Santo' que se alza con el santo y la limosma. /…/ Otro día te contaré la gigantesca procesión de la Virgen de Nazaret, patrona de Pará y del Amazonas. Hoy fui a misa pero no había misa pues los 300.000 fieles venidos de todas partes celebran la virgen con fervor, alegría y fiesta y hay muchos borrachos. Entonces no hay misa sino romería." Estas poco pappiano-sciarretianas expresiones testimonian algunas de sus últimas actitudes. Hubo otra carta casi un mes después, el 24 de noviembre tras "doce días de cama", pero no contiene información relevante aquí. Luego, en el anuncio de Juan Domingo Perón a John Willliam Cooke en diciembre de 1956, "al pobre doctor Ramón Carrillo, que estaba trabajando en Belém, le ha dado un ataque muy peligroso. Se trata de un derrame cerebral, con parálisis de la mitad izquierda del cuerpo… El pobre, como buen médico, no ha dado importancia a su presión (26 y 15) y en aquel clima infernal lo ha golpeado…" Tres semanas después, el veinte de diciembre de 1956, falleció en el pequeño hospital de Belém donde había sido inmediatamente internado.

 

Un vislumbramiento crucial, suficiente para guiar el trabajo; un mes a cuatro páginas diarias, esto es unas ciento veinte páginas manuscritas, desarrollando no dicha vislumbre sino siete leyes físicas de la estructura que preludiaban el escenario de dicho vislumbramiento y que siete meses antes habían sido sólo seis leyes biocósmicas; un ataque cerebral. Aquí se nos mostrará ese preludio nómico del paisaje, esas leyes resumiendo cada una una idea fundamental y preparando todas juntas el camino para aquella vislumbre – que sobrevendría seis meses después de componer el original del presente texto. ¿También está aquí el vislumbramiento mismo?¿Lo incluye este texto, magüer in nuce?

 

No sería inverosímil. A veces uno descubre algo varias veces y al principio no advierte que se trata del mismo insight ya alcanzado, que las circunstancias hacen contemplar en soledad y sin haberlo podido compartir con otros, hasta que se percata de que se trata de lo mismo avizorado desde otro ángulo o en un nuevo contexto. El efecto distractivo de las preocupaciones, las forzadas suspensiones del trabajo elaborativo debidas al infortunio, retrasan la comprensión de que se trata del mismo insight enriquecido al observárselo desde un contexto modificado. En el caso, el contexto había variado con el agregado de una "ley física" o nueva regularidad biocósmica. El añadido cambió el contexto. La muerte cercana llevó a desdeñar inconducencias.

 

Me parece pues probable que la perspectiva de conjunto que el veinte de marzo se vislumbraba como "una obra monumental y trascendente desde el punto de vista integral, es decir filosófico y metafísico" propia de un Kant o un Bergson, se conservara el veintitrés de octubre en la síntesis estimada "revolucionaria dentro de la filosofía" que, sin embargo, tomaba el sesgo temático menos metafísico que llevaría ahora a titularla "Física de la estructura y de la Forma" y haría de Newton, Einstein o Planck las nuevas figuras de la comparación. ¿Qué restringió la elaboración, desde la filosofía a la física? ¿Qué evidenció la futilidad de seguir esforzándose en la arena filosófica?

 

Sabemos que este insight es uno solo. Cambiado el contexto con el hallazgo de la nueva ley, el mismo insight fundamental se redescubría modificado por este enriquecimiento. Por lejos menos plausible sería suponer que se trataba de dos insights tan lejanos entre sí como para no encontrar exposición en el presente temario, mediando ente ambos una abrupta cesura en el itinerario conceptual. Si tal rotura hubiera existido Carrillo lo habría referido, aludiendo a sus sucesivos insights fundamentales como a dos y no dos veces como a uno. Podemos, pues, y debemos, faute de mieux, tratar de encontrar en marzo lo anunciado en octubre, tema que nos ocupará en la siguiente sección (acápite e).

 

La lectura requiere atender asimismo otros aspectos. La selección temática del presente texto, por otra parte, es cuidadosísima en minucias que podrían tomarse trivialmente, como por ejemplo las enumeraciones y clasificaciones de disciplinas académicas. Pero leerlo así, como si lo que importara fuera éso, es el modo más seguro de no penetrar esta última carta intelectual, donde Carrillo cuenta lo que encontró y revela, acucioso, lo que siente faltarle por encontrar.

 

Tampoco sirve detenerse en sus carencias. Un ejemplo sería la primaria integralidad de tiempo y espacio, tópico menos atendido en sus estudios donde visiblemente el desarrollo conceptual carrilliano todavía no había logrado seguir a su maestro Christofredo Jakob, también músico y anatomista. (Igual que a Henri Bergson, también al aún joven Carrillo el platonismo le jugaba la mala pasada de hacerle inteligir los intervalos como dación no interválica, à la Minkowski). Otro ejemplo se encuentra donde las metáforas didácticas para clasificar organismos llevan sus "paralelos biocósmicos" allende la utilidad del modelo. Véase, si no: função circulató­ria, medusas; função renal esponjas; fução vertebral, equinodermos; função mas­culina, helmintos; função fe­minina, moluscos; função osteomuscular, peixes; função cutânea, batráquios; função digestiva, répteis; função hepática, tartaru­gas; função respiratória, aves; função psíquica, mamíferos; função mental, homem. Quien leyendo este texto se detuviera en tales particularidades ejemplificaría la conocida observación de los babilonios, de que cuando el sabio señala la Luna los tontos miran el dedo.

 

¿Y el mensaje? Carrillo es el campeón de la no exclusión: incluir, incluir, incluir, es el mensaje de toda su obra. Incluir hechos e incluir gente, sin desdeñar nada ni patologizar a nadie. Para incluir es esencial discriminar. No discriminar injustamente – como lo suele olvidar la ridícula confusión de "discriminación" con "discriminación injusta", inequívoca señal de postmoderna estolidez – sino discriminar fundadamente, con ajuste a todos los hechos relevantes, facultad indispensable del intelecto humano cuyo menoscabo sólo se desea a los enemigos. Carrillo primero obró, motivado por el amor al prójimo sin exclusiones que fue constante en su vida, y recién después cimentó conceptualmente su acción. El mensaje es, pues, lo que incluye es el amor. Si me falta concepto puedo incluir amando; si me falta amor, no basta conceptuar para no excluir.

 

Se han agregado aquí tres figuras carrillianas que seguramente iban a emplearse en la exposición. Fueron tomadas del manuscrito de "Los espacios del hombre", que para introducción de su vasta síntesis, y con la revisión de Desiderio Papp, Carrillo había terminado cuatro años antes, aún siendo funcionario público. Como siempre pasa en la producción de semejantes sinopsis (compárense los anuncios de Kant mientras demoraba en alumbrar su primera Crítica), Carrillo por entonces todavía no había dado con las nociones cruciales -- y transformadoras de todo el texto que hemos repasado. Es pues lógicamente notoria la diferencia de profundidad entre aquella introducción redondeada a los cuarenta y seis años, de donde salen los dibujos, y la síntesis de los cincuenta aquí presentada. Esa diferencia contribuye a revelar el itinerario maturativo de este pensador aún joven. Conozco bien – y por desgracia no soy en ello el único en nuestra tradición neurobiológica – que los sufrimientos horribles y prolongados tienen una manera curiosa de acicatear las síntesis maduras, cuando entre gravísimos apremios el intelectual toma cuidados elementales para no olvidar las comprensiones a las que va llegando no obstante los infortunios, a menudo garrapateando elementos fundamentales en lo que tuviere a mano, como boletos de colectivo ("papeluchos") que se acumulan mientras llega la oportunidad de juntarlos y verter algo más en limpio lo que en ellos pudiera por entonces descifrarse.

 

El proceder de Carrillo como autor fue pues muy adecuado. Mientras articulaba y jerarquizaba las carpetas con exposiciones de detalle que ya no podía reescribir ni tampoco leer con las mismas percepciones con que las compuso, dejó en las secas pinceladas de este importante temário las claves para la relectura de aquellas obras desde la nueva madurez que iba alcanzando ("la síntesis … es lo que vale").

 

He preferido transcribir el texto con fidelidad, conservando el llamativo uso de guiones largos como recurso didáctico para separar y a la vez articular los puntos de programa, así como cierta diversidad en los modos de enumerarlos que en nada afecta su inteligencia.

 

 

 

La definitiva idea carrilliana de persona (homem)

 

a) Su idea definitiva de qué es persona.

 

Uno de los elementos que la constituyen ónticamente son las relaciones. Pero lejos de enfatizar la relación consigo mismo (como lo hace Temor y Temblor) o la relación entre existencialidad y organismo (como lo hace nuestra tradición neurobiológica en sus desarrollos postjakobianos), Ramón Carrillo enfatiza con la línea estoica las relaciones entre macro- y microcosmos (O homem no cosmos e o cosmos no homem, § 2; Cosmo-correlação, § 51) y sin embargo declara que los "Funda­mentos da dig­nidade humana" (§ 1) son antropológicos, es decir intrínsecos.

 

Esto lo opone a la ética estoica. También contrasta con el retrato anglo-estadounidense de la consciousness, un conjunto de diferenciaciones internas (contenidos de consciencia, o mundo mental) carente de aquello que se diferencia a sí mismo en ellas y que es lo que se autopercata y se mueve, afirmando o retaceando en tal moverse la puesta de alguna combinación de contenidos antes que otra (o tesis, en la que el hombre elige tanto el poner o no cuanto su eventual modo tético).

 

Para Ramón Carrillo, el hombre vale porque afirma valores. Mientras "O tempo do homem é um tempo neurobiológico" (§ 7), "O espaço do homem é axiológico" (§ 6). Pero con las palabras "homem" y "pessôa" Ramón Carrillo distingue sus intuiciones correspondientes a cada existencialidad circunstanciada en su constitución ontológica y en su desarrollo de diferenciaciones: homem não desenvolvido e desenvolvido, respectivamente. Ello le resulta necesario debido a otros elementos de su antropología filosófica. La constitución óntica de las diferentes personas es delineada como fungible, como a energia mental que es distinta de la "Atividade bioelétrica" (§ 24) y presenta sus propias va­riações de voltagem (§ 58.3). La afirmación de valores no procede pues a novo sino es determinada por la carga acumulada con o tempo, que comentaremos más abajo y brinda tema al Título X ("O homem como tempo acumulado", §§ 64-68). Carrillo no aborda el estado contemporáneo de la cuestión de la memoria, pero tanto la semoviencia cuanto la no-fungibilidad de las existencialidades en ese escenario pasan desapercibidas, en modo congruente con el asociacionismo.

 

En semejante panorama, no es la existencialidad por sí misma sino tal desarrrollo intelectual suyo lo que puede proceder valiosa o disvaliosamente y, así, permite las "axiopatias : suicídio, alcoolismo, glutoneria, esforços, vícios e pe­cados". Asimismo permite "novas formas de escravidão"; también "a guerra psicolõgica, a guerra ideoló­gica e as revoluções sociais" y la resultante "Entropia social" (§ 59).

 

 

b) Idea de las relaciones humanas en la historia.

 

Por ello para Ramón Carrillo, dentro de "o espaço social" donde "as massas ocupam seu espaço", se impone la "organização e divisão do tra­balho", que prevenga esa entropía. Esto crea un nuevo espaço ético-jurídico (§ 61). Allí "não há direito sem ética" y "O direito" se manifiesta "como ciência axioló­gica e valorativa, como técnica e prática", conteniendo "o direito natural entropizante, o positivo sintrópico (enlaçante), [e] a juris­prudência ectrópica".

 

Pero tal derecho puede ser un direito justo e injusto. Carrillo distingue moralidade e legalidade como proveedoras del respeto a las personas, de modo que "A justiça como a verdade científica é uma série de aproximações sucessivas.­" Tal indeterminación crea el "espaço político" (§ 62) con doutrinas como fonte do poder.

 

La dinámica procesual en este espacio pone al hombre en crisis (reversible) o en lisis (irrever­sible), como en el presente trabajo lo revela su Título X, O homem em crise e lise. Surgen de esas circunstancias "O estado de saúde e o estado de enfermidade, como fenômenos universais" (§ 75), con "a saúde como es­trutura; a enfermidade como superestrutura" y "sua gravitação nos processos sociais e históricos". Esta gravitación determina complexos de síntomas que delinean situaciones juzgadas axiológicamente desfavorables. Hay en ellas "Sindromes das crises" con "a) Deca­dência da solidariedade, insatis­fação de necesidades, confusão de dinheiro com necessidade; b) Colonização ideológica; c) 'Massificação' despersonalizan­te, infiltração da máquina, pro­dução sem mercado e falência da produtividade"; y el "Síndrome da lise", manifiesto por "A) Esquecimento do homem o de Deus ; B) Domínio do homem-cousa e do homem-ficha; C) Rebeliâo do homem-pessôa e do homem integral".

 

En tal entorno Carrillo describe el tránsito "Pela socialização ao anti-social." Con este adviene "A pseudociência a serviço do poder material. Homens títeres e fetichismo ci­entificista. Desvirtuação da cul­tura e confusão com o confôrto. O mundo mecânico e automáti­co. Os dilemas: matéria e es­pirito, sociedade e indivíduo, ri­queza e pobreza, infortúnio e fe­licidade, paz e guerra. ... Os superestados. Sociedade fantasma de "homens-cousas".

 

No obstante, el contradictorio asoma y la "agonia do 'homem-ficha'" atrae la "rebelião do ho­mem integral". Así, tras el desterritorializado desenfreno por acrecer ganancias, adviene la "humanização do capital e organização cientí­fica da vida humana." Esto es, "Uma cultura americana florescendo sôbre a civilização automática do 'homem-máquina'", con "Re­valorização da vida afetiva, da emoção, do sentimento e da ima­ginação. Recuperação do espí­rito e da religião. A máquina hu­manizada" .

 

Por ello "O ocidente não morre, renasce e se reintegra em outras estruturas." En su decurso histórico, "O ocidente não está decadente, nem desin­tegrado, porém maduro, e suces­sivas reintegrações evitam sua desintegração final, permitindo sua disseminação cultural (lei de dispersão germinativa ".

 

 

c) Elementos conceptuales de la tradición de Jakob.

 

Como toca a un científico formado y activo en la escuela neurobiológica argentino-germana en el último cuarto de siglo de la vida de Christofredo Jakob, Ramón Carrillo incorporó a su concepto definitivo de la persona humana varios elementos enfatizados por Jakob. Así en el § 10,  dedicado al concepto no jakobiano sino físico de "Siste­mas fechados e abertos" (revalorizado por entonces especialmente por Ludwig von Bertalanffy, W. Ross Ashby,  Warren McCulloch y los padres cibernetistas y luego, en los años de 1960, por James Grier Miller y la "Teoría General de los Sistemas") que hará pendant, en el § 80, con "A má­quina capaz de abstrações" y con "Os animais sintéticos", vemos la introducción y natural emplazamiento de los conceptos de carga y descarga tan enfatizados por Jakob, al referirse Carrillo a la "Vida destas con­figurações" como "carga, acondiciona­mento, descarga e distribuição."

 

Esta línea neurobiológica de carga y descarga, que siempre incluye como referencia al arco sensoriomotor, se desarrolla en los §§ 13 y 15 con la Lei do espaço estimulado y la Lei do tempo acumulado, o regularidades de In­tegração e De­sintegração ("Tôda integração é função do espaço estimulado; Tóda desintegra­ção é função do tempo acumu­lado"). Al detallarlas en los §§ 18-20 su proveniencia se exhibe netamente. El § 18 expone "A carga e descarga das estruturas infra-psíquicas" como "O mundo dos comandos viscerais (sensitivo-motores ; gnósticos e psíquicos)" y continúa: "Do estímulo ao reflexo visceral ; do reflexo vis­ceral ao víscero-gnóstico e ao viscero-psiquico (condicional). Estrutura e Função gânglio-espi­nhal e diencéfalo-inter-hemisfé­rica. — O instinto estímulo-estruturante da vida infra-psíquica. — Estruturas e organizações ins­tintivas, gnósticas e psíquicas". El § 19 expone la "Neurobiologia da necessidade". El se dedica al deseo y la pasión y expone el "Caráter compulsivo das estruturas com protoestrutura instintiva. O desejo e a paixão como neoes­truturas instintivas", pasando de seguido a estudiar explícitamente la "Classificação dos desejos e paixões" y su "Significado neurobiolõgico e so­cial". Luego en el § 21, § 20  tratando el "Segundo nível de integração", plantea lo no estructural en su capacidad de "protoestrutura" ("A sensação como protoestrutura").

 

En este punto vale la pena observar, al pasar, que los desarrollos de nuestra tradición neurobiológica hicieron hincapié en la no estructuralidad de las entonaciones subjetivas de Jakob a partir de los años de 1960; anteriormente era más general destacar en ellas su incomparabilidad o inmensurabilidad interpersonal. Quien esto escribe, por ejemplo en “Consciencia, inconsciente, interioridad y modelos holográfico-holofónicos”, Rev. Arg. de Psicología # 11 pp. 55–66 (Junio 1971), pasó a destacar la estructurabilidad o articulabilidad mutua de esos elementos no estructurales, que son diferenciaciones variablemente entonadas de la existencialidad incumbente. Vemos aquí como quince años antes Ramón Carrillo, sin cometer el error platonista de Descartes (quien en De Homine dibujaba diferentes formas de rayado para representar diferentes colores, presentando procusteamente lo no estructural como si fuese estructural), enfatizaba no la propia inestructuralidad interna de las sensaciones pero sí su estructurabilidad externa. Las plantea así correctamente en su capacidad de "protoestrutura", sin por ello cometer aquel grave error cartesiano.

 

Pero en este § 21 Carrillo también incorpora ideas que por entonces ya se habían tornado extrínsecas a esta escuela neurobiológica; ideas cuya adopción podría provenir bien de cierta inactualidad de sus conceptos neurobiológicos o bien de la influencia de Papp. Recordemos que la posible eficacia de la influencia pappiana se acrecienta por el hecho de que el padre de Ramón Carrillo había sido intelectualmente afín al positivismo y, en psicología, al asociacionismo. Al mencionar esas ideas extrínsecas a nuestra escuela me refiero al ineficaz recurso, al que Carrillo echa mano en este § 21, a la asociación de ideas para integrar una gnosia y a la gnosia para "formular" el correspondiente acto motor voluntario. Muy por el contrario, y tal como lo reconocemos en nuestra escuela neurobiológica, son las praxias – articulación de actos voluntarios en su origen, asimilativos y acomodados en cada ronda con mayor o menor atención – los elementos esenciales que constituyen las diferentes gnosias, cuya unidad informa el despliegue de su efección intencional.

 

No obstante, la formulación carrilliana del acto voluntario resulta poco elaborada, conteste con el asociacionismo, y reactivista; puede compararse fructíferamente con la exposición que hace Raúl Garabelli en "Las bases biológicas de la función volitiva" (Folia Neurobiológica Argentina VII, 1993; orig. 1945). En el § 24 D.a, Ramón Carrillo delinea como fungible a energia mental e sua na­tureza, que hemos recordado poco ha, distinguiéndola de la "Atividade bioelétrica"; y en el § 58.3 delinea "a fõrça mental. Sua função sintrópica. Suas va­riações de voltagem". En ambos casos retoma la perspectiva de su quinta etapa, indiscerniendo la reactividad que atribuye al sistema biológico empsiqueado y la semoviencia – que justificó su selección natural y la evolución de los cerebros que proveen desarrollo intelectual biológicamente útil al psiquismo allí circunstanciado.

 

Así pues Carrillo escribe: "A integração interpsíquica: Da sensação à imagem e à memória e desta ã associação de imagens e sensações. — Da as­sociação de sensações e integra­ção das mesmas à gnósia ; da gnósia à práxia e desta à formu­lação do ato motor voluntário".

 

Pero luego, en el § 22, Carrillo retoma la línea jakobiana. Detalla: "As gnósias e práxias. — Estí­mulos estruturantes de gnósias e práxias : percepções e emoções. As gnósias e práxias como pro­toestruturas. — O espaço, o tempo e o movimento como gnósias. — A carga e descarga das estruturas interpsíquicas. — O mundo dos comandos somáticos (sentitivo-motor e gnóstico-psí­quico). Estrutura e função — 1.°) Espino-cerebelar-estrio-cor­tical e 2.°) Espino-tálamo-corti­cal. — Cérebro pré-rolándico (práxico) e retro-rolândico (gnóstico). — Classificação de gnósias e práxias." Es aquí valioso el reconocimiento por Carrillo del rol modulador de las memorias (vehiculizadas por las percepções) y de las emociones tanto sobre praxias como sobre gnosias. Aunque no está desarrollada, también ha de destacarse la intuición correspondiente a una concepción enactiva de los espacios mentales como ámbitos de operatividad ("O espaço, o tempo e o movimento como gnósias").

 

Algo después, en el heterológico § 23, vuelve otra vez a reunir dos orbes conceptuales incombinables. Comienza refiriéndose al "Terceiro nível de integração. a) A ideação como protoestrutu­ra — O raciocínio e os juizos. — A estruturação de idéias por as­sociação, comparação e correla­ção de gnósias e práxias." Lo continúa en la línea jakobiana: ("A carga e des­carga das estruturas supra-psí­quicas. — O mundo dos comandos psíquicos. — Estrutura e função de correlação interlobar e interhemisférica") pero lo concluye en modo incompatible con ella ("A descar­ga ideo-motora : formulação do ato ideo-psíquico voluntário"). No obstante, en el § 25 dedicado a la unidad de integración de la estructura ana­tómica y de la psíquica o contenidos mentales (el Cibernón o Cibernão), Ramón Carrillo retoma uno de los puntos esenciales de la crítica jakobiana a Cajal, que Jakob venía expresando desde medio siglo antes: la Insuficiên­cia da teoria neuronal.

 

 

d) La hipótesis del Geón y la propuesta de zooterapia.

 

En su "Quarto paralelo biocósmico – entre a terra e um ser vivente" (§ 71 d), Ramón Carrillo interpretaba la biósfera planetaria como un todo unitario, al que podía aplicársele el calificativo de viviente. Ello le permitía referirse a una "fisiologia terres­tre" cuya dependencia astronómica, y en particular su adaptación a la presencia del gran satélite terrestre, le inducía a extender la metáfora hasta hablar del "papel placentário da Lua". Una biósfera tan finamente ajustada constituye en sus palabras "O Geon". Entre sus muchos caracteres el Geón permite corregir por transferencia pérdidas de salud, dando así lugar a una "zooterapia: a terapia integrativa e a revitalização por rein­tegração".

 

 

e) Relaciones entre personas finitas e infinitas.

 

El "Redescobrimento e revalorização do homem" (§ 1), o insight fundamental de Ramón Carrillo consistió, pues, en caracterizar relacionalmente a las personas encarnadas en una realidad caracterizada, a su vez, por su diseño relacional interno. Sin duda, la presentación in nuce de este insight obra en el Temário de marzo de 1956 que nos ocupa.

 

Hay aquí un punto de gran importancia. Aunque esta última caracterización describa por tanto un lógos o articulación de Formas, ningún lógos de por sí excluye la ulterior onticidad de dicho lógos ni la consistencia óntica extralógica de las existencialidades que en él eclosionan y lo habitan. En otras palabras, por su caracterizaçao do homem Ramón Carrillo no se vio automáticamente embarcado en una perspectiva de la realidad que reduce lo ser a predicado, en la línea que de los sofistas va a Desiderio Papp y a la etapa por la que entonces transitaba Raúl Sciarreta.

 

Pero tampoco surge de su obra que Carrillo haya podido tematizar interrogativamente y menos conceptualizar (1) la alusión alógica, o relacionalizabilidad amorosa y personalísima, de esas existencialidades, es decir su poder ser legítimo objeto de entrega y desvelos; ni tampoco (2) la constitutiva incanjeabilidad de su consistencia óntica ni la expresión ontológica, por medio de los desarrollos de la escuela neurobiológica argentino-germana, de esta incanjeabilidad (de la que non datur scientia – logica scientia, scilicet), esto es, por medio del concepto de lo que desde fines de los años de 1970 denominamos cadacualtez. Al contrario: la "evo­lução do espírito humano" consiste para Ramón Carrillo en la evolución filogética y desarrollo ("desenvolvimento") ontogenético de los contenidos mentales de esas existencialidades, exactamente en el sentido descripto, por ejemplo, en Christfried Jakob y Clemente Onelli, Atlas del cerebro de los mamíferos de la República Argentina: Estudios anatómicos, histológicos y biológicos comparados sobre la evolución de los hemisferios y de la corteza cerebral (Guillermo Kraft, Buenos Aires, 1913). Que es un atlas de cerebros, y por ende en todo caso de menús o repertorios de contenidos mentales según la especie, pero no un inconceptualizable "atlas de espíritus". Lo que así se enfoca es el hecho de que el cerebro evoluciona filéticamente para permitir un desarrollo ontogenético de dicho "espíritu" adecuado a la supervivencia en el nicho ecológico que ocupa cada especie empsiqueada.

 

Sostenido lo cual, sin denegar explícitamente el escenario inhesivo (como aún se hace en la tradición anglo-norteamericana, en la línea del Platonismo inglés que ve ese espíritu como accidental piloto del cuerpo, seguida por Locke que por ende cree que los vínculos cuerpo-alma sólo son los de causalidad eficiente, seguido por Hume que lógicamente fracasa en fundar la idea de dicha causalidad donde no corresponde e ilógicamente la declara infundada, seguido por la expansión imperial que utiliza este itinerario conceptual como medio de socavar el sostén religioso de sus adversarios políticos y como ideología de acreditación académica) y sin tampoco utilizar en esta etapa la expresión jakobiana de entonaciones, Ramón Carrillo tampoco la tematiza. No se interroga expresamente sobre la consistencia óntica de algún hypokéimenon existencial que adquiera realidad de modo distinto de sus diferenciaciones entonativas.

 

Sin embargo, aun sin tematizar en las entonaciones sensoriales la cuestión de la inhesión, Carrillo advierte la traba que esta inestructuralidad representa para una scientia de Formas. Lo hace cuando quiere presentar paralelamente como protoestrutu­ras tanto la ideação cuanto la sensação. En ese trance advierte que la segunda difiere de la primera (aunque, debido a exponer asociacionísticamente en el § 23 la formulação do ato ideo-psíquico voluntário como una descar­ga ideo-motora, no llega a especificar que la ideação estructura arquetipos de operaciones equilibrables mientras la sensação es inestructural).

 

Ramón Carrillo  se percata de ello al generalizar el arco sensoriomotor, antes de explicar su Lei da integração de integrações en el § 13, destacándolo como "O mistério da transformação do estímulo estruturógeno em sin­tropia". Es la única vez que emplea la palabra "mistério" en el Temário.

 

Carrillo, gustoso de extender su metáfora del planeta viviente hasta brindarle un "rol placentario" a su satélite, se atasca aquí ante un patente escollo. No puede emplear aquí su metáfora de es­trutura e superestrutura, que presenta toda estructura como integração de integrações y en su uso propio halló bastante empleo en nuestra tradición neurobiológica (por ejemplo por quien esto redacta, para evidenciar los retrocesos en estabilidad cuando la integración crece por la inicial vinculación con cada modalidad de interacción física de los elementos que reconoce la dinámica de un sistema), precisamente porque las existencialidades no se diferencian originariamente en estructuras y su rasgo central se pierde de vista al referirse a sus compartidas constituciones ónticas, por ejemplo con la individuación por la notoria materia signata quantitate. ¿Por qué respetar pues a las personas? Habiéndose circunscripto a una scientia de Formas, Carrillo comprende que esto queda fuera de ella. No obstante, la antropología filosófica de Ramón Carrillo no se reduce a su scientia.

 

En efecto, en el § 26 presenta a religião como a resposta do sentimento. Pero el rol de ese sentimento es nada menos que contrabalancear la carencia conceptual de la scientia de Formas en cuanto concierne a por qué hacer lo que Ramón Carrillo hizo: consagrar su vida a respetar en serio a la gente.

 

En el § 76 nos habla de as crises e lises nos processos da humanidade, aclarando que "Lise é destruição de crenças", motivada por guerras e revoluções. Y señala como el primer elemento del "Síndrome da lise" al Esquecimento do homem o de Deus. Vemos pues que este gravísimo "síndrome da lise" proviene de una "resposta do sentimento", lo que revela la potencia y crucialidad de tal sentimento. Precisamente uno de los primeros grandes procesos globales negativos es la Evolução para o materialismo, un tema al que atañen "ouro e razão, capital e técnica", así como la pugna de  "Poder material contra meta­física".

 

Esta temática en el § 78 se mostrará como la "Germinação da crise europeia no novo con­tinente", com "A pseudociência a serviço do poder material. — Homens títeres e fetichismo ci­entificista. Desvirtuação da cul­tura e confusão com o confôrto — O mundo Mecânico e automáti­co — Os dilemas : matéria e es­pirito, sociedade e indivíduo, ri­queza e pobreza, infortúnio e fe­licidade, paz e guerra. — As infiltrações : ... as ideologias, os "slo­gans". — Os superestados. — Sociedade fantasma de "homens-cousas". ... agonia do "homem-ficha" e rebelião do ho­mem integral. — Humanização do capital e organização cientí­fica da vida humana. — Uma cultura americana florescendo sôbre a civilização automática do "homem-máquina". — Re­valorização da vida afetiva, da emoção, do sentimento e da ima­ginação. Recuperação do espí­rito e da religião." Y esto es lo que finalmente sustenta la exposición del § 45, de "O bem estar e a felicidade" como "Objetivos do homem potencia­dor, descobridor e inventor. — Técnica, sensações e civilização. Cultura, sentimentos, e felicidade. — Teoria do bem estar e da felicidade, como objetivos do Estado."

 

En síntesis, Ramón Carrillo reconoció en su insight definitivo la incompletud de los desarrollos conceptuales de los que disponía para justificar los objetivos que guiaron su accionar público y se generalizaban en su Teoria geral do Homem. El sentimiento, en particular el sentimiento de religación (recordemos su estado de ánimo durante las labores finales, su interés por la religión popular, su comentario "Hoy fui a misa"…), fue el modo de brincar sobre esas carencias conceptuales – no sé si tan alegremente o no como Desiderio Papp había brincado sobre la distinción entre la existencialidad y sus diferenciaciones sintientemente entonadas.

 

Tal es el vislumbramiento que permite a la "filosofía antropológica" carrilliana redondearse pese a no haberla podido depurar de los elementos impersonales (fenomenogogía, fungibilidad, reactividad) refractarios a dejarse acomodar valorativamente. No es por articulaciones conceptuales, sino por el sentimiento, que Ramón Carrillo justificaba por qué respetar a los entes que afirman valores.

 

 

Deslegitimación del sistema social injusto, deslegitimación de deslegitimadores, y Ramón Carrillo

 

El Gobierno nacional ha declarado al presente Año de Homenaje a Ramón Carrillo, pero es bien sabido que sobre Ramón Carrillo también llovieron calumnias e insultos de todo tipo, soeces y académicos, solemnes, ridículos y hasta financiados con fondos públicos para investigación, luego variados intentos de utilización mediática; todo, mayormente, por su supuesta afiliación político-ideológica. El odio nunca discrimina con lucidez. Sí, es cierto, fue ministro de Juan Perón y amigo y mentor técnico de Evita, pero jamás endosó en la plataforma partidaria más que aquellos elementos que Carrillo ya traía o creó y aportaba él mismo.

 

Ramón Carrillo empleó la ocasión política para su proyecto sociosanitario. Lejos de impersonar el estereotipo de "El médico, aliado del poder", quiso darlo vuelta como una media y en el sendero elegido logró muchísimo antes de abandonar el Ministerio. No quiso diluir su esfuerzo transitando otros. No aprendió ni adhirió a ningún proyecto ajeno y se desvinculó del gobierno peronista en julio de 1954 por decisión exclusivamente propia; la carta a Cooke transluce cómo Perón se interesaba en el aporte carrilliano. Pero la execración del sector político donde Carrillo actuó, promovida por adversarios historiográficamente bien reconocidos cuyo distinción no nos incumbe aquí, hace apenas uno o dos años aún repudiaba y derribaba las construcciones hospitalarias levantadas por Carrillo y Chichilnisky, procurando suprimir sus logros.

 

Otras calumnias han sido aun más absurdas, hasta ridículas. Entre estas son anecdóticas la historia del busto pitecantropino, que el mismo Carrillo narra en otro artículo. También lo es la que lo pretendió antijudío … cuando su mejor amigo llegó a presidir la DAIA y por medio de esta entidad judía le llegaban los fondos para paliar su miseria en el exilio; ya vimos su relación con Papp; Carrillo incluyó en su equipo y formó a colegas apellidados Knesevich, Kaplan, Cohen, Nijensohn y los hermanos Jacobo y Leon Zimman; ocultó en su casa a Germán Dickmann en momentos de persecución; en una entrevista inicial aceptó el proyecto de un dispensario para quemados del joven médico Simón Kirschbaum, lo creó con nivel de Instituto y designó al desconocido Kirschbaum como su director, y puso a cargo de la Dirección Nacional de Biotipología de la Mujer que Trabaja al médico Miguel Goldstein. Esto último, a saber la biotipología, nos lleva a algunas consideraciones generales que podrían ser útiles para contrastarla con la antropología filosófica carilliana y por ello tienen su lugar aquí.

 

En efecto, la labor de deslegitimar el sistema social contemporáneo revelando su inhumanidad exige gran precisión historiográfica y ecuanimidad, so pena de atacar como autoritarios y represivos proyectos que en su época fueron liberadores – y aún hoy tienen el potencial de serlo. Biotipología e higiene social proveyeron de medios de expresión a numerosos agentes que se oponían a su uso disciplinador, estigmatizante o excluyente. No es caso único. Por ejemplo, en Iberoamérica sería posible calificar de racistas a todos los escolarizados, ya que es posible hallar testimonios de su adhesión con comprometida vehemencia a alguna celebración del Día de la Raza. Asimismo es innegable que las formas de expresión varían en lustros o décadas y por ello exigen ser comprendidas en su propia cultura. De tal modo el trato a un taxista en cualquier película de los años de 1940 impresiona al joven de hoy como innecesariamente despótico, pero sería injusto e historiográficamente erróneo que lo conceptualizara de esa manera.

 

Es precisamente desde ese ángulo que las banderas socialistas, enarboladas mundialmente por el capitalismo salvaje cuando pudo estimarse sin competidores de fuste y amo de los medios de control social, le permiten emplear a sus adversarios para desintegrar las sociedades que le resisten, ya que la deslegitimización interna desemboca en un ataque frontal contra las tradiciones locales previamente aunantes y luego la supremacía de la ley existente, generando una etapa de deterioro de la gobernabilidad cuya prolongación se modula de modo que el liberalismo sirva a la esclavitud. Tal estrategia, en realidad, ya se predica en el Arte de la Guerra (siglo IV a.C.) atribuído a Sun Tzu; el presente Temário en su § 58 la aborda en "A guerra psicolõgica", refiriéndose en el § 62 a "A doutrina como fonte do poder". Látigo, colonato, feudalismo, salario y levedad del ser constituyen una sola serie de instrumentos de gobierno. Aquel error historiográfico es pues buscado con frecuencia por el efectismo mediático, especialmente al re-examinar cuestiones fundamentales y de relevancia política o al presentar desde la izquierda a los adversarios que preocupan a la ultraderecha. Mérito substancial de Ramón Carrillo es haber obtenido sus logros sanitarios y haberles procurado una antropología filosófica de base empleando medios de expresión contraproducentes para ese fin, propios del universo de discurso que precedía a la concreción de tales logros y sus fundamentos conceptuales.

 

Para que las cosas resultaran así, esto en realidad era necesario. Perdón por la perogrullada; sin formularlo en lógica bayesiana o estadística inferencial, igual se nota que si su sociedad ya hubiera progresado la obra de Carrillo no habría sido pionera; y lo fue porque su entorno sociocultural no albergaba adelantos similares. ¿Cómo pues iba a formularlos, lingüística y normativamente? Tenía que usar odres viejos para el vino nuevo. Pero hay que mirar a este y no a aquellos, so pena de ejemplificar otra vez la mencionada observación de los babilonios, de que cuando el sabio señala la Luna los tontos miran el dedo. Ramón Carrillo no fue un darwinista social (al contrario, se opuso a la devaluación evolucionista de la vida humana) ni laboró por estrategias elitistas, ni las usufructuó, ni hizo sanitarismo para el mercado laboral o para robustecer ningún colectivo social sino para la felicidad de los individuos concretos (lógicamente, sin que su labor médica pudiera eximirlos de las incidencias de la recobrada salud en su medio social), ni reconvirtió sus posturas científicas en ideologías para la exclusión o la patologización de sectores sociales (ni siquiera ante los muy serios problemas con todos los sectores que le atrajo su más conocida iniciativa para la integración de lo diferente, a saber, el costoso cuidado médico de la oferta sensual y sus feligreses), ni declaró moralidad, desigualdad o impauperación basadas en la biología. Todo lo contrario, incluyó sin exclusiones a toda la población en su Hospital Público – que no contribuye precisamente a la supervivencia del más apto, objetivo seleccionista este que Carrillo en cambio había debido tutelar mientras le incumbía ocuparse de la sanidad del ejército en un escenario de posibles contiendas – y ello como consecuencia de reconocer que se trata de un derecho, no de una obra de caridad. Puso pues el valor por fundamento de obras y hechos. Ya vimos que cuando la fundamentación conceptual no alcanzaba, el amor la suplía.

 

Pero mientras para la biologización positivista el otro estigmatizado ya no era humano sino microbio patógeno, infiltrado en el tejido social para el que podía ser letal si no se lo disciplinaba atenuándolo como en una vacuna, para Ramón Carrillo “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas.”

 

En tal contexto las recetas para la gobernabilidad por modulación biológica, como higienismo y biotipologías – cuyo espacio institucional Carrillo heredó de un vacilante itinerario axiológico en la ciencia mundial, pero cuya dirección nacional respecto a la mujer que trabaja puso en manos de Miguel Goldstein – ofrecían instrumentos para la exclusión y para la inclusión;

·       para medir y estudiar la fatiga en el obrero como Alfredo Palacios o como Henry Ford;

·       para coartar libertades reproductivas en pro de la dominación de la prole  o en pro de la liberación de los padres;

·       para el socialismo darwinista (desde las posturas de Pearson hasta las de Ingenieros o Forel), el darwinismo elitista (desde el nacionalsocialismo hasta la sociobiología) y hasta útiles molinos de viento ideológicos con los cuales confrontarse favorablemente;

·       para construir una visión del otro como otro y del otro como uno, en base a elementos y hechos biológicos previos a la "construcción" social y autónomos de ella y en base a interpretaciones y espacios institucionales ajenos a dicha autonomía.

 

He aquí el punctum pruriens. Esta autonomía respecto a las construcciones sociales crea así dos categorías irreductibles y la tentativa de reducirlas una a la otra es siempre reduccionismo: hacer pasar esas interpretaciones y espacios institucionales como si fueran realidades previas que se imponen a la "construcción" social es genetización o biologización; y hacer pasar las segundas como si fueran los primeros  y el imaginario pudiera eludir alegre su capacidad de imponerse, como si el humano pudiera construirse totalmente a sí mismo, es construccionismo a ultranza.

 

Distinguirlos es lo justo; distinguirlos bien es materia fáctica. Claro está que esto no siempre se logró – ora por error científico-natural, histórico o epistemológico, ora por malicia. Pero fuera con mayor o menor claridad en estas distinciones, fuese con mayor o con menor intermixión de pseudociencia o buen juicio en ellos, estos instrumentos eran compartidos por todos quienes elegían emplearlos, discurso del poder o arenga de barricada, para la dominación y para el cuidado. Por ejemplo, "biopolítica" es un término técnico de significado muy diferente para Carrillo ("a ciência de vi­ver e ensinar a viver", § 82) o para Foucault, para Pende o para Goering.

 

El discurso contra la naturalización – contra la constitutividad de lo biológico como barrera contra la construcción total del humano por sí mismo – y la organicidad genuina, contra el reconocimiento del rol de lo corporal-biológico en lo humano, no iba a encontrar en Ramón Carrillo un aliado complaciente. Tampoco la presentación de los conflictos sociales como patologías que deberían ser medicalizadas y remediadas desde arriba y de una vez para siempre. Al contrario, toda la normativa originada por Carrillo cuenta con la salud del pueblo para crear instituciones acordes a sus propios valores. En el § 75 del Temário nos propone considerar la "Função da saúde e da enfermidade na vida humana", y en particular "Sua gravitação nos processos sociais e históricos". Pero aspirar a reconocer adecuadamente la incidencia de la salud humana en la sociedad no es desconocer los factores no biológicos. Tampoco es substituir un mito totalizador, el sociologizante, por otro biologizante.

 

Ramón Carrillo trató genuinamente de ensanchar la biomedicina integrando la teoría biomédica en un diálogo cultural más diversificado, que pudiera incluir economía, sociología, geografía y demografía, política y estrategia junto a otras transdisciplinariedades más ensayadas. Carrillo se vio así obligado a revisar todos los factores posibles de la realidad y se esforzó por comprender su articulación sin omisiones, como se advierte en el presente Temário.

 

El mito totalizador de la construcción social de toda la realidad, que una década tras el deceso de Carrillo hizo famoso cierta obra de un teólogo luterano, Peter L. Berger, y un sociólogo, según la ocasión también puede cumplir funciones liberadoras, desde su genuino grano de verdad, u obrar como un arma poderosa de control social, dirigida al sector específico de los formadores de opinión compartida ("pública") o quienes desempeñen circunstancialmente ese rol.

 

Es que, como toda totalización, ese mito estira su grano de verdad hasta tornarlo mentira. Burdamente pretende que no sólo cierta aceptación inicial de las narrativas sobre actos que engendran interesante represalia (por ejemplo, la quema del Parlamento alemán, la "imprevisión" de Pearl Harbour, la explosión interna del acorazado Maine, la demolición de dos torres y su rascacielos contiguo, o el "Boeing" estrellado para destruir al equipo conductor de un ministerio de guerra) sea un hecho social que prevalece como determinante causal por sobre los hechos físico-naturales derivados de lo que realmente haya acontecido en esos episodios, sino que también las consecuencias sociales de la aceptación de falsas narrativas acerca de lo orgánico, lo biofísico y los intervalos podrían prevalecer sobre las consecuencias sociales de tales hechos naturales. Transgressing the boundaries, se miente al pueblo al hacerle creer que puede crearse integramente a sí mismo. He ahí al absurdo. Es similar a la necedad de figurarse que explicar por qué cree en Dios la burguesía afecta cuestiones últimas o modifica las relaciones de cada existencialidad finita con la porción no originada de la realidad; o al despropósito de suponer que la terapéutica orgánica del enfermo vincular sea menos desatinada que la terapia vincular del enfermo orgánico.

 

Gente insometida, grupos que resisten la sociedad injusta y predatora, disidentes que procuran deslegitimar el sistema social contemporáneo, revelando su inhumanidad, pueden pues hallar en Ramón Carrillo uno más. No confundió organización con organismo. Privilegió la mirada global para guiar, en la etapa germinal en la que advertía encontrarse, las intervenciones destinadas a implementar una construcción de la sociedad argentina "desde abajo" y "desde arriba" al mismo tiempo, ya que articuló las normativas en base a su resultados esperables en interacción con el campo popular, cuyos valores a su vez movilizarían el proceso dialógico construyendo psicosocialmente nuevos saberes, rasgos y capacidades.

 

Ello progresivamente dejaba el disciplinamiento del pueblo en manos del pueblo y como medio instrumental para los objetivos que el pueblo se fije automodelándose en base a sus valores y culturas, sin pretender prescindir de la disciplina organizacional ni de los genuinos hechos biológicos. Carrillo esperaba conflictos en este largo proceso futuro, pero no los medicalizó ni presentó jamás sus reivindicaciones como patologías infecciosas o contagiosas. Por cierto nadie salta sobre su propia sombra ni se revisa por completo, pero Carrillo coincidió con su contracara sarmientina en que las cosas hay que hacerlas. Bien o mal, pero hacerlas.

 

Ramón Carrillo no laboró por hacer más persuasivo el consenso en torno a las exclusiones ya existentes, ni por reforzar la hegemonía política sectorial con escenarios biológicos legitimadores y medicalización estigmatizante. Pero no le gustaban todos los usos de la etiqueta "democracia" y asumió la estructura total de la realidad como suficiente para determinar bien y mal absolutos. Así, en § 34, la estima capaz de evaluar "O pecado, o vício, o delito, o crime, a guerra, a revolução, etc." por el eventual disvalor que son capaces de portar en sí mismos cuando constituyen "Atentados contra a conserva­ção da vida, da espécie e da per­fectibilidade do espírito humano."

 

Es en este contexto que Ramón Carrillo estudia – y juzga – lo que por entonces era general denominar las razas, así como sus conflictos. En el § 57, titulado O espaço antropológico, Carrillo estudia las "Causas da for­mação das raças" en términos que hoy se aplicarían de preferencia a las civilizaciones. Analiza las "estruturas antropológicas de zonas estimulógenas tropicais e polares. — A hipertensão demo­gráfica, cidade e campo. — Luta pela moradia. As indústrias de construção". Revisa luego su "Evolução e mutações : migrações epidemias, guerras, etc." y la "Influência da densidade de população em polí­tica internacional." Continúa atendiendo la "pirámide da população. A denatalidade. O envelheci­mento das populações. Explica­ção do fracasso de Malthus". Y acto seguido: "Disseminação : migração, guerras, catástrofes, revoluções. A bio­política : sua vectorial, o homem. Entropia do homem."  Tan elevado es el rol sintético de estas cuestiones que en el § 81 expresa que la "Futura ciência do homem se fundará na estatística vital e geográfica."

 

Para nada, sin embargo, tal tipología y estadística constituyen un fin en sí mismas. Bien por el contrario, el "Obje­tivo" del homem cibernológico, según el § 82, es el mismo que en el § 45 había fijado para el Estado:  "o bem estar e a felicidade" que sólo pueden experimentar los individuos. A ese fin, estas consideraciones demológicas tienden a utilizar la "Ciência, técni­ca e arte fundamental da biopolitica e do bem estar" para organizar la sociedad internacional en modo liberador, en lo que Ramón Carrillo denomina un "urbanismo" (§ 83).

 

Tal urbanismo es la respuesta a "O pro­blema" de un "mundo superpovoado, cidade e campo desplanificado" cuya solución requiere "Localizar as massas humanas na Terra e democratização do conforto e a seguir, da cultura." Ello es parte de la biopolitica, que como se indicó más arriba Carrillo define como "a ciência de vi­ver e ensinar a viver".

 

Tal biopolítica incluye una parte pragmática, donde es informada por "As ciências de síntese : a sanidade, a medi­cina integrativa, a educação po­pular, a nutrolôgia, o urbanis­mo, a psicofisiologia, a caracterologia, a ciência do meio físico, a ciência do trabalho (ergolo­gia), a ciência dos hábitos e cos­tumes, a ciência da segurança econõmico-social (garantias, pro­priedade, remuneração)." (§ 82). Carrillo sabe que sólo cuando el Otro sea amado como sí mismo la economía de los bienes escasos dejará de ser ciencia de la desigualdad, del poder excluyente – y el Otro dejará su otredad. Mientras se tiende a ello, la respuesta no puede ser sólo económica, o el mercado impondrá su perversión oligopólica tal como cualquier especie biológica dominante. De ahí el poder que reclama para las "ciencias de síntesis".

 

La otra parte de la biopolítica es conceptual o "abstrata" y se halla informada por "a religião, a arte, a moral, a filosofia e a po­litica científica." Articulándolas es posible procurar "O bem estar como sensação resultante da téc­nica e da civilização instrumen­tal." Pero tal sensación o sentimiento consiste además en actos de voluntad, cuya efección depende de nuestra libertad y en consecuencia crea un dilema existencial. Así lo describe Carrillo (§ 82), presentando "A felicidade como sen­timento resultante da simbolizaçáo e da cultura" y "Bem es­tar e felicidade, atos da vonta­de. Dilema : integrar-nos e desintegrar-nos todos os dias, ou morrer."

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RAMÓN CARRILLO

Teoría Geral do Homem

TEMARIO DO CURSO A REALIZAR-SE NA FACUL­DADE DE DIREITO DO PARÁ

(POST GRADUA­DOS DE MEDICINA. DIREITO E FILOSOFIA).

Assistente : DR. CEME FERREIRA JORDY

SOB O AUSPÍCIO DA UNIÃO ACADÊMICA PARAENSE (U.A.P.)

(Impresso por especial deferencia do Govêrno do Estado do Pará, na Imprensa Oficial)
— Belém - 1956 —

 

 

Sumário

I           Introduçao

II   O homem como estrutura

III  O homem como parte de uma estrutura

IV  O homem como receptor - elaborador

V   O homem como modulador de símbolos

VI  O homem como potenciador de conheci­mentos

VII O homem como siste­ma de correlações

VIII       O homem em funçao do espaço estimu­lado

IX  O homem como tempo acumulado

X   O homem em crise e lise

XI  Desintegraçao e reintegraçao do Ocidente

                             

 

 

 

 

 

TEORIA GERAL DO HOMEM

 

T E M A R I O

 

I  INTRODUÇAO

 

1. Que é o homem ? — Definições — As ciências do homem e seus objetivos. Antropologia filosó­fica. Os problemas humanos. — Redescobrimento e revalorização do homem. — Situação do ho­mem no Cosmos. — Homem e pessôa. — Homem desenvolvido e não desenvolvido. — Funda­mentos antropológicos da dig­nidade humana. — Cibernolo­gia e Biopolítica.

 

2. Componentes universais do ho­mem. — O homem no cosmos e o cosmos no homem. — Infracosmos, intercosmos e supracosmos. — O homem como transformador de matéria e energia. — Que é matéria, que é energia, que é vida e que é psique ? "Todo es uno y uno es todo".

 

3. A entropia. — Os fenômenos re­versíveis e irreversíveis do Uni­verso. Sua transcendência como lei cósmica. — A entropia bio­lógica e a entropia nos fenôme­nos humanos.

 

 

II O HOMEM COMO ESTRUTURA

 

4. A estrutura. — Teoria das es­truturas — Integrantes estrutu­rais do homem : víscera, soma e neurônio. Endoderma, mesoder­ma e ectoderma. — Esquema ontogenético. Estática e dinâ­mica das estruturas ; estímulo estruturógeno ; integração ; cor­rente estruturante (sintropia) ; corrente catártica (entropia) ; corrente de reintegração (extropia); evolução e mutações estrutu­rais ; desintegração ; polinização (disseminação ou dispersão). — Classificação das estruturas

 

5. Os estímulos — Do total (caos) ao todo (estrutura). — Do con­glomerado à forma, por estí­mulos estruturantes. — Do es­tímulo à energia intraestrutural ou sintrópica. — Plano e sintro­pia. — O estimulo convertido em estrutura. — É uma nova fôrça ? — Estímulo e impulso. — Estímulo, sinal e mensagem. Teoria da mensagem como estrutura. — Exemplo : a máquina de escrever.

 

6. O espaço. — A integração es­trutural em função do espaço. — Noção de extensão e âmbito. — Teoria do espaço. — a) Espaço concreto : sensível e físico. — b) Espaço abstrato : espaço matemático e espaço do homem. Tetradimensionalidade do espaço e espaços não-euclidianos. — Fundamentos biológicos da tri­dimensionalidade no homem. — Meio ambiente, espaço e estru­tura. — Conteúdos e continentes espaciais. — O espaço do homem é axiológico. — Valores e Sím­bolos.

 

7. O tempo. — A desintegração es­trutural em função do tempo. — Teoria do tempo ; sua correlação com espaço e movimento. — Tempo concreto e Tempo abs­trato. — Sucessão e duração. — Conceito de fenômeno. — O tempo do homem é um tempo neurobiológico.

 

 

 

 

8. O movimento. — As mutações estruturais, biológicas e as da história humana como fenôme­nos de movimento e mudanças de estado. — Cinemática das estru­turas. — Evolução, mutação e entropia. — Mudanças estruturais por transformação, por cataclismo ou por mutação. — Modificações superficiais por evo­lução (transformações das neoestruturas); modificações pro­fundas por cataclismas ou catástrofes biológicas, históricas ou geológicas (Modificações nas proto-estruturas).

 

9. A disseminação. — A estrutura como integração de integrações: a figura pluri-estrutural (todo) frente à uni-estrutural (parte). — A sobrevivência pela disper­são de partes estruturadas. — A perdurarão por enxertos de pro­to-estruturas em neo-estruturas, de espécies e das culturas. — Imortalidade da estrutura. — Desintegração como fenômeno pré-reprodutor. — Inseminação e polinização das estruturas vitais e culturais.

 

10. Ordem e desordem. — Lei ata­xiológica da desordem. — Siste­mas fechados e abertos. Ficção dos sistemas fechados. — "Es­trutura" biológica, "sistemas" físico e "organizações" sociais. — Esquema, função, símbolo e mensagem. — Vida destas con­figurações : carga, acondiciona­mento, descarga e distribuição. — Sucessão de estados de ordem diversos, no processo intra-es­trutural. — Evolução dos sistemas ordenados aos desorde­nados.

 

 

III       O HOMEM COMO PARTE DE UMA ESTRUTURA

 

11. As seis (6) leis biocósmicas ou leis de mutação estrutural. — Enunciado geral. — Definição de lei. — A verdade científica como aproximação da verdade. — Descobrimento intuitivo das leis gerais. — Crítica das atuais leis conhecidas da estrutura. — ­Influência dos grandes descobri­mentos teóricos. — As leis da Gravidade, a Geometria não-eu­clidiana, a Relatividade. — As cinco criações mentais : 1.°) Entropia ; 2.°) Estrutura ; 3.º) Mutação ; 4.º) Condução ; 5.º) Automação. — Análise estrutu­ral. Sua Técnica.

 

12. A) Lei dos estímulos. — (Im­pulso ordenador) Tõda esti­mulação estruturógena é função da dispersão do conglomerado receptor. — (E = De).

 

13. B) Lei do espaço estimulado (In­tegração. — Tôda integração é função do espaço estimulado (I = Ee).

O mistério da transformação do estímulo estruturógeno em sin­tropia. — Monoestrutura e Po­liestrutura. — Lei da integração de integrações. — Infraestruturas e superestruturas. — Pro­toestruturas (antigas) e Neoes­truturas (novas integrações) sôbre o núcleo central.

 

14. C) Lei da desordem criadora (Evolução). — Tõda transfor­mação ou mutação é função da desordem criadora (M = (i+d) TE): M = mutação ; d = desintegração ; E = espaço : i = integração ; T, tem­po; x , unidade de tempo.

 

15. D) Lei do tempo acumulado (De­sintegração). Tóda desintegra­ção é função do tempo acumu­lado (d Tx)

D2. — Lei de reposição (reintegra­ção). — Tõda desintegração é função das reintegrações (suces­sivas, simultâneas e parciais).

 

16. E) Lei de totalização (Estrutura­ção). Tõda estrutura é função da implicação indivisível das partes, do estímulo estruturóge­no, de sua evolução e mutabili­dade e de sua subordinação à es­trutura maior em que está — Evolução das partes neo­estruturais; mutação das proto­estruturadas.

 

17. F) Lei da dispersão germinativa (Polinização). — Tôda parte es­truturada procedente de uma de­sintegração tem possibilidade de fecundar outra estrutura e de­senvolvê-la e essa possibilidade está em função do número de partes desprendidas do proto-núcleo original.

 

 

IV O HOMEM COMO RECEPTOR — ELABORADOR

 

Integrações: a) Vitais; b) Gnós­ticas; c) Psíquicas.

 

18. A) Integrações do primeiro nível:

a) Os instintos. — Estímulos vi­tais. — A carga e descarga das estruturas infra-psíquicas. — O mundo dos comandos viscerais (sensitivo-motores ; gnósticos e psíquicos). — Do estímulo ao reflexo visceral ; do reflexo vis­ceral ao víscero-gnóstico e ao viscero-psiquico (condicional). Estrutura e Função gânglio-espi­nhal e diencéfalo-inter-hemisfé­rica. — O instinto estímulo-estruturante da vida infra-psíquica. — Estruturas e organizações ins­tintivas, gnósticas e psíquicas. — Classificação dos instintos.

 

19. b) A necessidade. — Neurobiologia da necessidade. — Sua es­truturação. — Mutação do ins­tinto em necessidade. — O ins­tinto e a necessidade como estí­mulos estruturógenos das orga­nizações humanas. — Classifica­ção das necessidades : intra- e peribiológica, meta- e parabio­lógicas.

 

20. c) O desejo e a paixão. — Caráter compulsivo das estruturas com protoestrutura instintiva. O desejo e a paixão como neoes­truturas instintivas. — Do de­sejo à formulação do ato invo­luntário. — Da formulação do ato ao movimento inconciente porém adequado. — O pecado como perversão instintiva. Significado neurobiolõgico e so­cial do pecado. — Classificação dos desejos e paixões. — Perigo para a humanidade e condena­ção unânime por tôdas as reli­giões.

 

21. B) Segundo nível de integração. A integração interpsíquica.

— a) A sensação como protoestrutura, — Da sensação à imagem e à memória e desta ã associação de imagens e sensações. — Da as­sociação de sensações e integra­ção das mesmas à gnósia ; da gnósia à práxia e desta à formu­lação do ato motor voluntário (componentes inconscientes e conscientes). — Classificação de sensações e seus estímulos estru­turógenos.

 

22. b) As gnósias e práxias. — Estí­mulos estruturantes de gnósias e práxias : percepções e emoções. As gnósias e práxias como pro­toestruturas. — O espaço, o tempo e o movimento como gnósias.

 

 

— A carga e descarga das estruturas interpsíquicas. — O mundo dos comandos somáticos (sentitivo-motor e gnóstico-psí­quico). Estrutura e função — 1.°) Espino-cerebelar-estrio-cor­tical e 2.°) Espino-tálamo-corti­cal. — Cérebro pré-rolándico (práxico) e retro-rolândico (gnóstico). — Classificação de gnósias e práxias. — Formula­ção do ato motor altamente dife­renciado ou instrumental total­mente consciente — O "Homo faber".

 

23. C) Terceiro nível de integração.

— A integração supra-psíquica.

a) A ideação como protoestrutu­ra. — O raciocínio e os juizos. — A estruturação de idéias por as­sociação, comparação e correla­ção de gnósias e práxias. — A ideação como fatores estruturantes de juizos e raciocínios. — A integração, evolução, desinte­gração e disseminação. — b) Evocação, imaginação, sentimen­to, caráter como neo-estruturas ideo-motoras. — A carga e des­carga das estruturas supra-psí­quicas. — O mundo dos comandos psíquicos. — Estrutura e função de correlação interlobar e interhemisférica. — A descar­ga ideo-motora : formulação do ato ideo-psíquico voluntário. — ­A conduta (motilidade supra-consciente). — O "Homo sapiens".

 

24. D) Quarto nível de integração.

— A integração hiperpsíquica.

a) O pensamento como protoestru­tura hiperpsíquica. — Estímulos estruturantes : idéias, sentimen­tos e imaginação. — Integração do pensamento. — Elaboração: simbolização, modulação, poten­ciação, correlação e distribuição. — A energia mental e sua na­tureza. — Atividade bioelétrica.

 

b) O pensamento alógico ou intuitivo, o lógico ou racional. Neo-estruturas hiperpsíquicas — Os atos planificados : la conduta hiperpsíquica. — A descarga ideo-cultural: o saber, o fazer, o criar, o investigar. — Fenômenos metapsíquicos : além do racional e do intuitivo. - Estrutura e função da córtex cerebral e das conecções intergirais. — O "Homo metaphysico".

 

25. O Cibernón (Cibernão) : unidade de integração da estrutura ana­tômica e psíquica. - Insuficiên­cia da teoria neuronal. — O cé­rebro como central de comuni­cações. - Circuitos do "ciber­nón" : 1.º) Primeira fase (recep­tor) : recepção da informação, codificação e diversificação ; 2.°) Segunda fase (transformador) : seleção, adaptação e correlação ; 3.º) Terceira fase (acumulador) : derivação, regulação, retenção ; 4.°) Quarta fase (transmissor) : modulação, potenciação e des­carga. - As fibras recorrentes do neurõnio e o "feed-back". — Teoria das comunicações huma­nas. — O indivíduo, o grupo, e a cultura. — Valores, símbolos, convencionalismos e cultura. Sistema de "checks" e "balan­ços". — Informação e codifica­ção. Via para uma nova psico­logia e uma nova psiquiatria.

 

 

 

V O HOMEM COMO MODULADOR DE SÍMBOLOS

 

A) — As respostas simbólicas da hiper-estrutura alógica ou intuitiva.

 

26. A resposta do sentimento : a religião. — Estímulos estruturó­genos, integração, estrutura, evo­lução, mutações, desintegração e disseminação. — As fõrças en­trópicas, sintrópicas e extrópicas.

 

27. A resposta da associação ideativa: a linguagem. Estímulos estrutu­rógenos, integração, estrutura, evolução e mutações, desintegra­ção, e disseminação. — As fôrças entrópicas, sintrópicas e ex­trópicas.

 

28. A resposta da imaginação : a arte. — Estímulos estruturógenos, in­tegração, estrutura, evolução e mutações, desintegração e disseminação. — As fõrças en­trópicas, sintrópicas e extrópicas.

 

29. A resposta da memória : a his­tória. — Estímulos estruturógenos, integração, estrutura, evo­lução e mutações, desintegração e disseminação. As fõrças en­trópicas, sintrópicas e ex­trópicas.

 

30. A resposta da razão: a ciência. — Estímulos estruturógenos, in­tegração, estrutura, evolução e mutações, desintegração e disse­minação. — As fôrças en­trópicas, sintrópicas e extrópicas. [Manus Scr.: "cf. § 35"]

 

32. A resposta da vontade : a moral. — Estímulos estruturógenos, in­tegração, evolução e mutações, desintegração e disseminação. As fõrças entrópicas, sintrópicas e extrópicas.

 

33. A resposta integral do espírito : a filosofia. — Estímulos estrutu­rógenos, integração, evolução e mutações, desintegração e disse­minação. — As fôrças entrópicas, sintrópicas e extrópicas.

 

B) — As respostas desvirtuadas das infra-estruturas ins­tintivas. [Manus Scr.: "cf. § 35"]

 

34. O pecado, o vício, o delito, o crime, a guerra, a revolução, etc. — Atentados contra a conserva­ção da vida, da espécie e da per­fectibilidade do espírito humano. —Civilização e Cultura — En­fermidade e decadência.

 

 

VI O HOMEM COMO POTENCIADOR DE CONHECI­MENTOS

 

35. C) As respostas sistemáticas das hiper-estruturas lógicas : O or­denamento dos conhecimentos científicos. — Definição da ciên­cia. - Saber, fazer, e descobrir.  — Ciência, técnica e investiga­ção. — Função da investigação do dinamismo das doutrinas ci­entíficas. — Doutrinas, hipóte­ses e fatos. — A ciência como estrutura. — Insuficiência das atuais classificações da Ciência. — Bases para uma classificação histórica, dinâmica, evolutiva e permanentemente atualizada e omnicompreensiva. — Três gru­pos por ordem de antiguidade histórica : 1.°) Ciências do supra-cosmos (físico e metafísico) ; 2.º Ciências do intercosmos (da vida e do homem) ; e 3.°) Ciências do infra-cosmos (da sociedade e do poder). — Identificação do "nú­cleo específico" ou "objeto pró­prio" de uma ciência. — Temas proto-nucleares e neo-nucleares.

 

36. I) Ciências do supra-cosmos:

A) Universo espiritual : l.° — Religiâo; 2.° — Filosofia ; 3.° — Lógica ; 4.° — Metafísica ; 5.° — Ética ; 6.° — Estética ; 7.° — Ma­temáticas ; 8.° — Metafísica e 9.° — História. —  Definição e ob­jetivo de cada uma destas ciên­cias em função de sua origem, integração, evolução e mutação, desintegração e disseminação.

 

37. B) Universo físico : 1.° As­tronomia ; 2.° Geografia ; 3.° Geologia ; 4.° Física ; 5.° Quí­mica ; 6.° Físico-química. —  Pro­cesso estrutural de cada uma destas ciências.

 

38. II) Ciências do inter-cosmos : A) - Universo da vida : 1.° — Bioquímica ; 2.° — Biologia teórica ; 3.º — Botânica ; 4.° — Zoologia ; 5.° — Neurobiologia ; 6.° — Paleontologia ; 7.° — On­togenia ; 8.° — Filogenia e 9.° — Patologia. — Proceso de estru­turação de cada uma destas ciências.

 

 

39. B) Universo do homem : 1. Antropologia ;. 2. Anatomia ; 3. Fisiologia ; 4. Etnologia; 5. Ar­queologia ; 6. Demologia. — Processo de integração de cada uma destas ciências.

 

40. C) Universo psíquico : 1. Psi­cologia ; 2. Linguística ; 3. Caracterologia ; 4. Pedagogia. — Processo de estruturação de cada uma destas ciências.

 

41. III) Ciências do infra-cosmos:

A) Universo Social : 1. Sociogra­fia ; 2. Economia : 3. Hemerolo­gia (ciência da civilização); 4. Eumusologia (ciência da cultu­ra). — Processo de estruturação de cada uma destas ciências.

 

42. B) Universo do poder : I . Ética ; 2. Direito ; 3. Política ; 4. Geopolítica ; 5. Biopolítica ; 6. Polemologia ; 7. Ciência do Es­tado ; 8. Ciência do govêrno (Ci­bernologia). —  Processo da es­truturação de cada uma destas ciências.

 

43. Cibernologia. — Divisões da Cibernologia. a) Ciência da orga­nização : 1. planificação ; 2. Es­truturação; 3. Condução e exe­cução ; 4. Informação ; 5. Difu­são ; 6. Contrôle de eficiência ; 7. Racionalização ; 8. Estatísti­ca. — b) Ciência do povoamen­to 1. Educação ; 2. Sanidade; 3. Assistência ; 4. Urbanismo ; 5. Moradia ; 6. Nutrologia ; 7. De­mogenética. — c) Ciências da produção : 1. Organização do trabalho ; 2. Organização indus­trial ; 3. Organização da agricul­tura, pecuária e pesca ; 4. Or­ganização da mineração ; 5. Organização do comércio e abas­tecimento ; 6. Organização do consumo. —  d) Ciências da produção de energia : 1. Combustí­veis ; 2. Eletrificação ; 3. Cana­lização e rega ; 4. Transportes ; 5. Comunicações. — e) Ciên­cias da Financiação : 1. Or­ganização do capital ; 2. Orga­nização do crédito ; 3. Organi­zação administrativa ; 4. Financiação do Estado. - f) Ciências da seguridade : 1. – Estatal (polícia) ; 2. Nacional (fõrças armadas) ; 3. Social (Trabalho e previsão) : 4. Jurídica (justiça); 5. Seguridade internacional.

 

44. Metodologia das ciências: 1. No universo espiritual ; Introspec­ção e observação. 2. Universo físico : observação e experimen­tação. 3. Universo biológico : experimentação e investigação. 4. Universo do homem: investiga­ção e síntese. 5. Universo psí­quico: síntese e hipótese. 6. Uni­verso social : hipótese e estatís­tica. 7. Universo de poder: es­tatística e sistematização.

 

45. O bem estar e a felicidade. — Objetivos do homem potencia­dor, descobridor e inventor. — Técnica, sensações e civilização. Cultura, sentimentos, e felicidade. — Teoria do bem estar e da felicidade, como objetivos do Estado.

 

 

VII      O HOMEM COMO SISTE­MA DE CORRELAÇÕES

 

 

46. Correlacionar e regular : relação entra relações é função super­estrutura — para adaptar-se, sobreviver e superar-se. — O órgão de correlação e adaptação: o sistema nervoso. — A ener­gia estruturante do sistema ner­voso (sintropia) é a informação e comunicação. — Cibernética, ciência eletrônica de correlação para a condução de máquinas por máquinas. — As correla­ções humanas como caso particular da Cibernética.

 

47. A) Intra-correlação. - A correlação consigo mesma (auto-regulação). — A auto-correla­ção e a conservação da vida. — A auto-regulação e auto-correla­ção do "meio interno". — Adap­tação fisiológica.

 

48. B) Extra-correlação. — A cor­relação com o meio ambiente ex­terno. — Modificações do homem para adaptar-se ao ambiente; e modificações do ambiente e da paisagem para adaptá-la ao homem. — Climas e microclimas artificiais. - Influência do meio sôbre o processo econõ­mico, social e histórico. - Adap­tação ambiental.

 

49. C) Hetero-correlação. — A cor­relação entre os homens. — A origem da vida social e da con­vivência. Meios naturais e arti­ficiais, congênitos e adquiridos, de intercorrelação entre os ho­mens. — Adaptação social.

 

50. D) Geno-correlação. A correla­ção com a espécie. —  A repro­dução. — Meios de comunicação sexual no homem e na escala zoológica. — O estímulo gené­tico como estimulo estruturóge­no. - A psico-análise e as es­truturas mentais normais e pa­tológicas.

 

51. E) Cosmo-correlação. — A evo­lução do espírito humano. — O cosmos como fator estimulógeno. — As cosmologias. — As cosmo-visões. — A superação secular do espírito. — A teoria da metempsicose e o sentimento cós­mico de unidade.

 

 

VIII     O HOMEM EM FUNÇAO DO ESPAÇO ESTIMU­LADO

 

52. Que é espaço ?  O espaço con­creto : 1. Sensorial (qualitativo). 2. Físico (quantitativo). — O espaço abstrato : 1. Matemático (quantitativo). 2. Do homem (qualitativo). — Origem e rea­lidade do espaço. — Caracterís­tica do espaço concreto e sua tridimensionalidade. — Carac­terística do espaço abstrato : sua multidimensionalidade. — Os distintos espaços geométricos e o espaço universal de Riemann. — Qual é entre os tipos possíveis de espaço o espaço real ? — Sig­nificado dos axiomas.

 

53. Espaço e relatividade. — Sua constância na velocidade da luz. — A relatividade das distâncias e da duração. — A integração do espaço e o tempo em uma só unidade. — A massa no espaço-tempo da relatividade. — Gene­ralização da relatividade : a es­trutura não-euclidiana do espa­ço-tempo. — Lei da interdepen­dência entre matéria e espaço-tempo.

 

54. Espaço do homem. - Conteúdo e limites do espaço do homem. — Valores objetivos e valores subjetivos. Símbolos. Doutrinas. Componentes de civilização e de cultura. — O espaço vital e o cultural — Sua contração e di­latação. — Densidade do es­paço humano — A espaciologia. O espaço eudoxiano e os espa­ços concêntricos de valores por ordem histórica. — Do círculo exterior ao central, do mais com­preensivo ao menos compreensi­vo : 1. Geográfico 2. Biológico 3. Antropológico 4. Psíquico 3. Social 6. Econômico 7. Jurídico. 8. Político e 9. Estatal.

— A relatividade do espaço humano e de sua estrutura. — Coexisténcia e duração. O espaço do homem como estrutura continente de outras es­truturas. — Aplicabilidade ao espaço, das leis biocósmicas.

 

 

55. O espaço geográfico. — Estru­tura e limites do "habitat" hu­mano do globo terrestre. 1.) Con­teúdo: clima, solo, água, aciden­tes : lagos, rios, mares, monta­nhas. bosques. 2.) Estímulos estruturógenos: fator telúrico (o geopsiquisrno) ; fator clima (es­timulantes e deprimentes) ; fator energético — (combustíveis, ener­gia mecânica e elétrica) ; fator mineral (ferro). Instinto do tempo, da História, de naciona­lidade e de pátria. — 3.) Inte­gração. — Estruturação de civi­lizações e culturas em função geográfica. — 4.) Evolução e mutações. — Decadência de civi­lizações por causas geofísicas. — 5.) Desintegração do espaço geo­gráfico : a erosão, a desertifica­ção, Geografia da aridez. — A Geopolítica e sua vectorial : o globo terrestre. — Entropia geo­física.

 

56. O espaço biológico. — Estrutura e limites. — Escala vital. — Conteúdo : espécies humanas, animais, vegetais. — 1.) Estí­mulos estruturógenos : fator in­terdependência dos reinos, fator físico-químico, fator necessidades intra e peribiológicas (epitími­cas), a fome, a sêde — Alimen­tos plásticos, energéticos e protetores.

— 2. ) Integrações. Áreas semeadas, áreas pastoris, áreas de pesca. Fontes de alimentos. A vida se alimenta de vidas estruturadas menos evoluídas. Soma total de vida pos­sível no planeta. — A luta pelas áreas úteis da Terra. Os alimentos e a genética. História do trigo, a batata, o milho, as frutas, a carne, o vinho. — Terras do globo : 10 milhões de hectares: utilizados: 10%; áridas: 25%. — A solução dos alimentos em conserva e os sintéticos. 3.) Evolução e mutações : luta pela fome, pela moradia e o vestuá­rio. — Significado das plantas alimentícias, têxteis e madeirei­ras. - 4.) Desintegração : de­saparição de espécies ; destruição de vida pelo homem ; desaparição por envelhecimento da espécie. — 5.) Disseminação: a ecologia e sua vectorial, a dis­tribuição da vida no espaço. — Entropia biológica.

 

57. O espaço antropológico. — Es­trutura e limites. — Conteúdo : grupos humanos qualitativos e quantitativos ; povoação total do globo. — Desenvolvimento e evolução da povoação do mundo. — I.) Estímulos estruturantes, quantitativos, etnológicos, raças; e qualitativos, fecundidade, na­talidade, mortalidade, eugenésia e sanidade. — Causas da for­mação das raças. — Instinto de povo ; instinto de conservação e de reprodução. — 2.) Integra­ção : estruturas antropológicas de zonas estimulógenas tropicais e polares. — A hipertensão demo­gráfica, cidade e campo. — Luta pela moradia. As indústrias de construção. — 3.) Evolução e mutações : migrações epidemias, guerras, etc. — Influência da densidade de população em polí­tica internacional. — 4.) Desin­tegração : pirámide da população. A denatalidade. O envelheci­mento das populações. Explica­ção do fracasso de Malthus. — 5.) Disseminação : migração, guerras, catástrofes, revoluções. A bio­política : sua vectorial, o homem. Entropia do homem.

 

58. Espaço psicológico. — Estrutura e limites. — Mundo individual (uni-pessoal). Conteúdo : Estru­turas infra-psíquicas, inter-psí­quicas, super-psíquicas e hiper­psíquicas, — As elaborações in­tuitivas e as elaborações lógicas. 1.) Estímulos estruturantes: ins­tintos metatímicos, para-biológi­cos e meta-biológicos ; a religião e a linguagem ; a arte, a ciência, a moral e a filosofia ; instinto de curiosidade e de superação mental. — 2.) Integrações : idéias, fôrça, hábitos, costumes, convencionalismos e tradições. A conduta humana. — 3.) Evolução e mutações : a fõrça mental. Sua função sintrópica. Suas va­riações de voltagem. 4.) De­sintegração : a involução senil ; a enfermidade mental ; o "shock" emocional, a angústia. — As axiopatias : suicídio, alcoolismo, glutoneria, esforços, vícios e pe­cados. — 5.) Disseminação : Cristo, Maomé, Buda, Confúcio : a fõrça expansiva e dissemina­tiva das crenças e idéias (Marx, Lenine, Hitler, Mussolini, etc.). — O poder biofísico do cérebro humano. — A psicobiologia : A estrutura mental da humanidade, sua evolução e seu poder sintrópico. — É mais poderoso o cérebro do homem atual ? — Entropia e extropia mental. — En­tropia psicológica. — A guerra psicolõgica.

 

59. O espaço social. Estrutura e limites. — Mundo pluri-pessoal. Conteúdo : mitos, religiões, lin­guagem, hábitos, costumes, tra­dições, arte, filosofia, moral, his­tória e ciência. — 1. ) Estímulos estruturógenos : temor, insegu­rança, infortúnio, conveniência, instintos metatímicos (hormoconias), instintos de convivência, instinto de solidariedade e de atividade compartida. — 2.) Integrações : Clã, família e grupo. — O sub-espaço familiar. a) Es­truturas topográficas, vizindário, bairro, cidade, urbanismo e ru­ralismo. b) Estruturas funcio­nais : associações, grêmios, coo­perativas, núcleos de solidarie­dade e ajuda, classes sociais. c) Organização e divisão do tra­balho. — 3) Evolução e muta­ções : Estática e dinâmica das classes sociais. Estruturas dos grupos sociais. — Novas formas de escravidão. — As massas ocupam seu espaço. — 4.) Desin­tegração : Pela socialização ao anti-social. — 5.) Disseminação: As ideologias ; a guerra ideoló­gica e as revoluções sociais. — Entropia social.

 

60. Espaço econômico. — Estrutura e limites. — Conteúdo : Tra­balho, Capital, Indústrias, Maté­rias primas e Fontes de energia (combustíveis, eletricidade). — Ferro e Aço. — Classificação das indústrias. — 1.) Estímulos: instinto de propriedade, posse-são e pertença. — Instinto do lucro. — Necessidade integrais e integradas. — Necessidades crí­ticas e supérfluas. Estimulação urbana, centro energético e cen­tro de confórto de distração ; estimulação rural negativa : iso­lamento e desconformidade. Con­centração urbana e despovoa­mento rural. — 2.) Integrações: a) Consumo, produção, distribui­ção, mercados, ofertas, procura e preços. — b) moeda, crédito, co­mércio, bancos, bolsa. — c) mi­séria, riqueza, infortúnio. — unidades econômicas, urbana e rural. — e) Centrais obreiras, centrais patronais. — 3.) Evolu­ção e mutações : campo contra cidade, indústria contra campo, economia natural e artificial, contração e dilatação do espaço econõmico, transportes e econo­mia. Economia de riqueza e economia de miséria ; economia financeira e economia social.

 

 

 

4. ) Desintegração : Área econô­mica, área monetária e área de mercados. — Guerra de merca­dos, hiper-produção sem merca­do. — Lei do consumo e da produção. — Má distribuição da superprodução. — Luta pelas matérias primas. — Humaniza­ção da economia. — 5. Disse­minação : Primeira, segunda e terceira revolução industrial. Vapor, eletron é átomo. — Con­tração do globo terrestre e seus efeitos. — Entropia econômica.

 

61. Espaço ético-jurídico — Estru­tura e limites — O direito como criação científica da hiperestru­tura lógica — Via para uma con­cepção biológica do direito em função do homem. — Conteúdo : instinto. hábito, costume, tradi­ção, norma, instituição, direito natural, legislação positiva, es­truturas judiciais. — 1. Estí­mulos estruturógenos: a) O ins­tinto de autoconservação (egoísmo, temor, insegurança) ; b) Ins­tinto de heteroconservação cre­matística (posse, bem, patrimô­nio, instinto de propriedade) ; c) O instinto de proteção à espécie (matrimõnio, família, grupo); d) O instinto de convivência (soli­dariedade, amor, altruísmo) ; e)  instinto de justiça, a necessidade e o infortúnio : a necessidade como fonte de direito ; f) O instinto de luta, a fôrça e a imposição do direito. — O ódio e a arbitràriedade. — 2.) Integrações : A justiça e a lei. — Perigo do direito puro. Objeto próprio e núcleo específico do direito. Não há direito sem ética. O direito como ciência axioló­gica e valorativa, como técnica e prática. — Justiça individual e justiça social.   — 3) Estruturas. — a) Instituições de auto- con­servação, da pessôa, da família, da sociedade e do estado ; b) Instituições de heteroconservação (propriedade, patrimõnio, capi­tal, indústria, etc.) ; c) Institui­ções de autoproteção biológica (direito social e direito sanitário) — O direito está integrado pela biologia e economia. O Estado é posterior ao direito. 4.) Evo­lução e mutações. — As três fõrças estruturantes: o direito natural entropizante, o positivo sintrópico (enlaçante), a juris­prudência ectrópica. — Direito justo e injusto. — A justiça como a verdade científica é uma série de aproximações sucessivas.­ — Moralidade e legalidade. — Bi-lateralidade, generalidade e coer­cibilidade do direito. — 5.) De­sintegrações : entropia jurídica. — O direito natural e a lei da desordem. — A ordem jurídica como poder contraentrópico. — Mutações de post-guerra e post­revolucionárias. — 6.) Dissemi­nações : Revoluções sociais, eco­nõmicas, políticas e militares.

 

62. Espaço político. — Estrutura e limites. — Método político. — Conteúdo : A ordem política na­tural o poder ; manutenção da ordem, defesa nacional e bem estar ; elementos da luta entre os grupos e classes sociais ; organizações, opinião pública, partidos políticos, doutrinas, ideologias, caudilhos e prosélitos. Sujeito e objeto da política científica. Politica idealista e realista.     Ideólogos e estadistas. Estímulos estruturógenos : a) Instinto do poder ; b) Impulso instintivo para a hegemonia e o imperialismo ; c) Os instintos-paixão (ambição, vaidade, ódio); d) A ciência e o poder, o saber e o fazer ; e) O bem público e o patriotismo. — 2.) Integrações: Formas do poder, e métodos para sua conquista. — Realidade estrutural do espaço político — sua estática e dinâmica. — Di­ferentes estruturas do poder (médico, mágico, místico, reli­gioso, militar, oligárquico, revo­lucionário, autocrático, popular, totalitário, democrático, etc.). — A doutrina como fonte do poder. — O poder sõbre a opi­nião pública e a demagogia. — 3.) Estruturas : Biologia das for­mas de govêrno, das organizações. Filosofia e ética do poder. — 4.) Evolução e mutações : Processo histórico do poder. Abuso do poder. Domesticação do poder. — 5.) Desintegração do poder : Causas da queda dos Estados e Impérios ; dos chefes e caudi­lhos — Entropia do poder e da fõrça política. Divisão do poder — Lei como epifenõmeno do poder político. — 6.) Dissemina­ção : Prolongação e continuidade (continuismo) do poder. — Ni­cologia : ciência da política. — Dinologia : ciência do poder.

 

63. Espaço estatal. — Estrutura e limites. — Conteúdo : território, população, govêrno, ordem jurí­dica e ordem política. — 1.) Es­tímulos estruturógenos : mitos, religiào, família, convenções (contrato social), conveniências e interesses, fõrça e violência, es­tímulos sociais naturais (fixação territorial, tribu, paternalismo), heroismos e necessidade de de­fesa coletiva, fatores históricos (invasões, nascimento espontâ­neo de estados, ou por fusão ou fragmentação). — Instinto de organização coletiva — Multi­plicidade de estímulos na ori­gem do Estado. — 2.) Integra­ções : Nação, raças, povo, sobe­rania, personalidade jurídica, autoridade e liberdade; consti­tuição, divisão de poderes, opi­nião pública, sufrágio. — 3. ) Estruturas: Estado liberal. Estado totalitário. Estado democrático. Classificação dos estados. Classificação das formas de govêrno – Representação: origem e formas — ­centralização e descentralização — Federalismo. Ordem natural na organização do estado. 4.) Evo­lução e mutações : Indivíduo e estado. — Dinâmica estatal e política. Fatores de estabili­dade e revolução. — A classe dirigente — sua densidade, crises e deslocamentos. 5.) Desintegração : revoluções : causas e evolução. — Classificação das revoluções. Governo e liberdade. A desintegração das culturas e dos estados. — O direito e o estado. 6.) Disseminação : En­xêrto de "partes" desintegradas de um estado no protonúcleo de outros estados nascentes. — Ci­bernologia : ciência do govêrno. — Cratologia : ciência do Estado. Diferença entre estado e go­vêrno.

 

 

IX O HOMEM COMO TEMPO ACUMULADO

 

64. Que é o tempo ? — Sucessão e duração. — Relatividade da si­multaneidade. — Relação entre tempo, espaço, e movimento. — O tempo tem uma só dimensão ? — Passado, presente e futuro. — Irreversibilidade de tempo. —Tempo concreto e tempo abstrato. — Tempo concreto : a ) sensorial ; b) físico. — Tempo abstrato : a) matemático ; b) tempos do homem : biológico (intercósmico), cósmico (super-cósmico), e histórico (infra-cósmico).

 

 

 

65. Tempo biológico : — a) Ontoge­nético ; b) filogenético ; c) ger­ontológico. a) Tempo ontogené­tico ou de potenciação individual — Paralelismo da integração on­togenética com a integração filo-genética. — Espaço e tempo da embriogenese. — Química e Fí­sica do desenvolvimento. — Es­tímulos estruturantes, integra­ções, estruturas e mutações. On­togenética. Desintegrações e dis­seminações. — Significado da fe­cundação, crescimento, nasci­mento, como fenõmenos cataclís­micos, desenvolvimento do recém-nascido, infância, puberdade, nubilidade, juventude e madu­reza. — Classificação e caracte­rísticas de cada período. — A ontogênese em função das seis leis biocósmicas.

 

66. b) Tempo filogenético ou de potenciação da espécie.    Espaço e tempo da filogênese. Estí­mulos estruturógenos, integra­ções, estruturas, desintegrações, evolução e mutações. — O tran­formismo como dinâmica estru­tural em função das seis leis biocósmicas.

 

67. c) Tempo gerontológico ou de desintegração. — 1.) Do indiví­duo : velhice, decrepitude, deca­dência e morte. — Significado da morte. — Longevidade e prolongação da vida. Revitaliza­ção. — Vida aos anos e não anos à vida. — 2.) Da espécie — Aonde vai o gênero humano ? — Teoria do envelhecimento das espécies e da perda da capaci­dade de reprodução, como fato filo-ontogenético.

 

68. Tempo cósmico. — As quatro direções do tempo cósmico. — O processo vital de interioriza­ção (integração, e de exterio­rização como caráter do tempo cósmico. — Estrutura e espaço; função e tempo.

 

— a) Primeiro paralelo biocósmico : entre tota­lidades biológicas com partes do­minantes e totalidades biológi­cas com partes integrantes (Ho­mem). — Paralelismo entre to­talidade e parcialidade biológicas. — Paralelismo entre estruturas integrais e funções parciais; entre vida no tempo (sêres) e vida no espaço (órgãos) . — A) Animais viscerais : 1.) função circulató­ria (medusas) ; 2.) função renal (esponjas) ; 3.) função vertebral (equinodermos); d.) função mas­culina (helmintos) e função fe­minina (moluscos). — B) Ani­mais somático-viscerais: — 1.) função osteomuscular (peixes) ; 2) função cutânea (batráquios) ; 3.) função digestiva (répteis) ; 4.) função hepática : (tartaru­gas) ; 5.) função respiratória (aves). — C) Animais neuropsíquicos : 1.) função psíquica (mamíferos) ; 2. ) função mental (homem) e suas sub-funções — transposição rotativa. — D Ani­mais neuro-ganglionares. — Os insetos. — A função neuro-ve­getativa. As grandes funções 'coletivizadas' dos insetos — A função urticante como exemplo de interiorização. — As Plantas : A vida vegetal como vida neuro-vegetativa pura. — 2') Há um protopsiquismo ve­getal ?

 

69. b) Segundo paralelo biocósmico : — Entre a ontogênese (fecunda­ção, desenvolvimento intrauteri­no e parto) e a geogênese (ori­gem da vida, períodos geológicos. paleontológicos, e aparecimento do homem) — Grande e pe­quena entogênese — Gigantismo ontogenético e filogenético. Períodos glaciais e o homem. — Introdução à história do homem neolítico. — Analogia do parto com o nascimento da humanidade.

 

70. c) Terceiro paralelo biocósmico : Entre o desenvolvimento espiri­tual infantil e o desenvolvimento mental da humanidade. — O processo da infância e a história universal. — Feto a termo e nascimento, sua corresponden­te analogia no homem prehistó­rico. — As raças e suas analo­gias. — Lactáncia, infância, nu­bilidade, puberdade e juventude e seu paralelismo na história universal. — O ano do homem (365 dias) e o ano da humanida­de (365 anos-homem). — Qua­dros e gráficos de correlação.

 

71. d) Quarto paralelo biocósmico : Entre a terra e um ser vivente. — A Terra como estrutura vital. O "Geon". A fisiologia terres­tre. — Papel placentário da Lua — Novas hipóteses cosmológicas: 1.) O átomo primitivo ; 2.) A célula primitiva (protobión). — Os protonucleos cósmicos. — Para uma filosofia experimental. A zooterapia, a terapia integrativa e a revitalização por rein­tegração.

 

72. Tempo histórico. a) Concreto, ob­jetivo ou instrumeital. b) Abstra­to, subjetivo ou valorativo.

a) Tempo concreto da história : Integração da técnica. Sua ori­gem e desenvolvimento. — Técnica e civilização. — A He­merologia : O progresso mate­rial — A superação da matéria pela técnica. — Sensação e téc­nica.

 

73. b) Tempo abstrato da história. Integração de símbolos — Sua origem e desenvolvimento — Símbolos e Cultura. — Eumusologia :   O prógresso espiritual. — A superação do espírito pela simbolização. — Sentimento e cultura.

 

74. Paralelo da história. — Integra­ção e desintegração. — Reversi­bilidade e irreversibilidade do processo histórico. — Entropia histórica. — 1.) Componentes supra-cósmicos : físicos e físico-químicos, matemáticos, omni­compreensivos e metafísicos — Processos ondulatórios e cíclicos. — 2.) Componentes intercósmi­cos : biológicos e bioclimáticos. — Ritmos e estruturas históri­cas. — 3.) Componentes infra-cósmicos : A sociedade, o poder. — Tempo e espaço históricos.

 

 

X O HOMEM EM CRISE E LISE

 

75. O estado de saúde e o estado de enfermidade, como fenômenos universais. — Ordem e desordem biológica — A saúde como es­trutura ; a enfermidade como superestrutura. Que ê o fenô­meno patológico ? A entropia sintropia e estropia na saúde e na enfermidade. — Desintegra­ção das extruturas biológicas : crise (reversivel) e lise (irrever­sível) — Função da saúde e da enfermidade na vida humana. — Sua gravitação nos processos sociais e históricos. — O palu­dismo como fator de decadência do exército romano.

 

76. As crises e lises nos processos da humanidade. — Crise é mudan­ça de crença. Lise é destruição de crenças (guerras e revoluções). Desintegração, reintegração e disseminação das crises e lises. Sindromes das crises. A) Deca­dência da solidariedade, insatis­fação de necesidades, confusão de dinheiro com necessidade ; 13) Colonização ideológica ; C) "Massificação". despersonalizan­te, infiltração da máquina, pro­dução sem mercado e falência da produtividade. Síndrome da lise : A) Esquecimento do homem o de Deus ; B) Domínio do homem-cousa e do homem-ficha; C) Rebeliâo do homem-pessôa e do homem integral.

 

 

 

XI DESINTEGRAÇAO E REINTEGRAÇAO DO OCIDENTE

 

77. Reintegração. (Lei de reposição ectrópica). As estruturas não se desintegram de uma vez, mas depois de uma série progressiva de sintegrações (entropia) e re­integração (ectropia), que intro­duzem novas energias no siste­ma, até que não possa cobrir o "deficit" das fõrças estruturan­tes (sintropia). — O ocidente não está decadente, nem desin­tegrado, porém maduro, e suces­sivas reintegrações evitam sua desintegração final, permitindo sua disseminação cultural (lei de dispersão germinativa). — O processo da estrutura ocidental : 1.) Integração : Conteúdo origi­nal : Terra e Cidade — Do paganismo à religiosidade medieval — Estímulos pré-renascen­tistas : Disseminação do império rómano em novos protonúcleos. A dupla corrente integrativa do renascimento. — O entroncamento da Grécia em Roma. — 2.) Evoluções e mutações subse­quéntes à estrutura renascentista do Ocidénte. — 3.) Desintegração n. 1 : Lise feudais e cria­ção do poder nacional 4.) Primeira grande reintegração ectrópica : O descobrimento da Amé­rica. e as grandes invenções. — ­Evolução para o materialismo (ouro e razão, capital e técnica) - Poder material contra meta­física. — 5.) Desintegração n. 2. Dialética e ficção da linguagem. Civilização quantitativa e fantasmas ideologias. "Massifica­ção'', mecanização e deshumani­zação. Supervalorizacao do di­nheiro e da técnica. Crise : mu­dança de crença. O homem as­sustado, com mêdo, angustiado e sem crenças.

 

78. Disseminação do ocidente (lei da dispersão germinativa). — A transferência de germens estru­turais da Europa para a América. — Inseminação e fecundação da América. — Germinação da crise europeia no novo con­tinente. — A pseudociência a serviço do poder material. — Homens títeres e fetichismo ci­entificista. Desvirtuação da cul­tura e confusão com o confôrto — O mundo Mecânico e automáti­co — Os dilemas : matéria e es­pirito, sociedade e indivíduo, ri­queza e pobreza, infortúnio e fe­licidade, paz e guerra. — As infiltrações : A máquina, os silogismos, as ideologias, os "slo­gans". — Os superestados. — Sociedade fantasma de "homens-cousas". Segunda grande re­integração ectrópica : agonia do "homem-ficha" e rebelião do ho­mem integral. — Humanização do capital e organização cientí­fica da vida humana. — Uma cultura americana florescendo sôbre a civilização automática do "homem-máquina". — Re­valorização da vida afetiva, da emoção, do sentimento e da ima­ginação. Recuperação do espí­rito e da religião. A máquina hu­manizada. — O ocidente não morre, renasce e se reintegra em outras estruturas.

 

 

XII      AS CIÊNCIAS DA SUPERAÇAO HUMANA

 

79. Teoria da máquina; — Que é una máquina?. — A terceira revolução industrial. — A ciber­nética. — Os cérebros electrônicos e a condução de máquinas por outras máquinas. — A má­quina como estrutura artificial. Um mundo de sêres artificiais. — O homem como sistema de intercomunicações e de informa­ção. — Uma interpretação do homem pela máquina. — O con­trõle das comunicações no ho­mem e nos animais. — A infil­tração da máquina na vida hu­mana. — Sua integração com o homem e multiplicação de sua capacidade mental.

 

80. Capacidade da máquina ciberné­tica para resolver problemas próprios e do homem. — A ci­ência do autogoverno. — A má­quina capaz de abstrações. — Os animais sintéticos. — Ener­gia de comando e energia de execução. — Os milagres do "feed-back". — Fábricas sem operários. — O contrõle e dire­ção automática de oficinas. — Máquinas que se educam a si-mesmas. — O sepredo das estre­las e a lei de Bancroft. — Méto­do do espírito e método da má­quina. As máquinas de aquecimento e o homeostato. A má­quina que integra o tempo. — O nível das funções humanas.

 

81. Teoria do homem. — Máquina e homem como estrutura. — Da cibernética à cibernologia. — Cérebro humano e cérebro ele­trônico. A Cibernologia : con­dução de homens por homens e de máquinas por homens. — Cibernologia ou ciência do govêr­no. — Técnica da organização e sua analogia com a máquina cibernética (planificação, estruturação, esecução, coordenação, contrõle, informação e difusão). — Futura ciência do homem se fundará na estatística vital e geográfica. — Leis da demografia e leis da geografia humana.

 

82. Capacidade do homem cibernológico para resolver seus proble­mas e lei da máquina. — Obje­tivo : o bem estar e a felicidade. A Biopolitica : a ciência de vi­ver e ensinar a viver — A) Biopolítica pragmática. As ciências de síntese : a sanidade, a medi­cina integrativa, a educação po­pular, a nutrolôgia, o urbanis­mo, a psicofisiologia, a caracterologia, a ciência do meio físico, a ciência do trabalho (ergolo­gia), a ciência dos hábitos e cos­tumes, a ciência da segurança econõmico-social (garantias, pro­priedade, remuneração). B) Bio­política abstrata : a religião, a arte, a moral, a filosofia e a po­litica científica. — O bem estar como sensação resultante da téc­nica e da civilização instrumen­tal. — A felicidade como sen­timento resultante da simbolizaçáo e da cultura. — Bem es­tar e felicidade, atos da vonta­de. Dilema : integrar-nos e desintegrar-nos todos os dias, ou morrer.

 

83. O urbanismo. — Ciência, técni­ca e arte fundamental da biopolitica e do bem estar. — O pro­blema : mundo superpovoado, cidade e campo desplanificado. — Localizar as massas humanas na Terra e democratização do conforto e a seguir, da cultura. — A solução : a urbanização em gigantesca escala. — A relação caminho-cidade-moradia. — O instinto da moradia. — O ciclo cotidiano: habitar, trabalhar, cir­cular, descansar, e divertir-se. — Urbanização regional — Ama­zõnia e Patagônia. — Lotea­mento, habitação, núcleos de ser­viços gerais, abastecimento, comunicações e transportes, ener­gia e indústria, a paisagem na­tural e artificial, bosque, periur­bano, veredas e autopistas, ruas urbanas, suburbanas e domiciliá­rias. — Dignificação do homem pelo lar e por sua cidade.

 

 

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