Gobierno de la ciudad de Buenos Aires
Hospital Neuropsiquiátrico
"Dr. José Tiburcio Borda"
Laboratorio de Investigaciones Electroneurobiológicas
y
Revista
Electroneurobiología
ISSN: ONLINE 1850-1826 - PRINT 0328-0446
Mitos modernos acerca de la vida en
Marte
por
Gilbert V. Levin*
BioSpherix Division, Spherix
Incorporated, Annapolis, MD 21401, EE.UU.
Contacto: glevin@spherix.com;
teléfono 410-224-3319; facsímil 410-224-3010
Electroneurobiología 2006; 14 (5), pp. 27-52; URL <http://electroneubio.secyt.gov.ar/index2.htm>
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© November 2006 Electroneurobiología. Este texto es un artículo de
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Índice
1. Introducción
3. El experimento
de liberación marcada de la sonda Viking
4. Génesis del
experimento de liberación marcada
5. La liberación
marcada llevada a cabo en Marte
6. El modelo tradicional: objeciones y réplicas
7. La situación
actual
8. Futuros experimentos
para la detección de vida
9. Recomendaciones
SUMARIO: El 30 de julio de 2006 se cumplió el trigésimo
aniversario del primer experimento de liberación marcada para la detección de
vida en Marte, llevado a cabo por la misión Viking. La potente respuesta
obtenida, junto a resultados concordantes de otros ocho ensayos adicionales de liberación
marcada sobre suelo marciano, estableció la presencia de un agente activo que
resultaba inhibido por el calentamiento. Los datos satisficieron los criterios previos
a la misión para la detección de microorganismos vivientes. Sin embargo, la
comunidad científica reaccionó con reserva, concluyendo en general que la
actividad constatada en el suelo tuvo causa química o física.
En estas tres décadas la investigación de Marte progresó mucho. Se
efectuaron análisis de suelo, rocas y atmósfera. Observaciones multiespectrales
se llevaron a cabo desde orbitaciones marcianas y terrestres, así como con
telescopios ubicados en nuestro planeta. El conocimiento de los habitats extremos
en la Tierra y de las extravagantes formas de vida que aquí pululan aumentó de
modo impresionante. Empero, esa vasta colecta de nueva información astrobiológica
está aún por integrarse a una evaluación científica objetiva de los resultados de
la liberación marcada en Marte y de las posibilidades de vida allí. En
realidad, en parte debido a impropias interpretaciones de los nuevos hallazgos,
algunos mitos han venido a incrustarse en la literatura científica sobre Marte.
Tomando a esos mitos como ingredientes clave, se ha desarrollado un equívoco
“modelo tradicional” del potencial de vida marciano. Lo aceptó buena parte de
la comunidad astrobiológica y, por vía de su endoso, también el ancho mundo. Este
artículo procura presentar juntos los hechos sostenibles, buscando una revisión
de ese consenso actual concerniente a la vida en Marte. Recomienda asimismo acciones
para facilitar el cambio de modelo.
Palabras clave: Vida en Marte, astrobiología, autopoiesis,
autopoietic, habitats extremos, misión Viking, experimento de liberación
marcada, ambiente marciano, agua en Marte.
œ
1. INTRODUCCIÓN
El 30 de julio de 2006 se cumplió el trigésimo
aniversario del primer experimento en Marte, que la misión Viking llevara a
cabo, de liberación marcada para la detección de vida. La vigorosa respuesta
resultante estableció la presencia de agente(s) activo(s) en suelo marciano. Subsecuentes
repeticiones mostraron que la respuesta desde el suelo era eliminada o substancialmente
reducida por el calentamiento, o bien por el almacenamiento en la oscuridad durante
varios meses a unos 10o C, nivel
que está dentro del rango de la temperatura ambiente en la superficie marciana.[1] Se
obtuvieron respuestas similares en los dos sitios de aterrizaje de las sondas Viking,
separados por unos 6000 kilómetros. Los datos satisficieron e incluso
excedieron, tras improvisarse secuencias adicionales de liberaciones marcadas, los
criterios establecidos antes de la misión para la detección de microorganismos vivientes.
Con todo, los resultados fueron manejados con cautela suma y la comunidad científica
general concluyó que la actividad en el suelo había sido química o física, antes
bien que de naturaleza biológica.
La investigación científica de Marte se desarrolló
mucho en las últimas tres décadas. Suelo, rocas y atmósfera fueron analizadas en
Marte; se realizaron observaciones multiespectrales desde órbita y observaciones
telescópicas desde la Tierra. Aumentaron – de manera pasmosa – las noticias
acerca de los habitats terrestres extremos y los extraños seres vivos que allí
moran. Pero todavía no se ha compuesto una evaluación científica de las posibilidades y
perspectivas respecto a la vida en Marte que incorpore toda esa nueva información
astrobiológica. En vez de ello, pese a estos recientes descubrimientos y en parte
en base a su inadecuada interpretación, de hecho se ha desarrollado un “modelo
tradicional” demostrablemente erróneo de la vida en Marte. Tal modelo fue
admitido por muchos en la comunidad astrobiológica y, a través de su aprobación,
lo admitió el mundo educado en general. El presente trabajo procura presentar
reunidos los hallazgos aislados relevantes a la vida marciana, así como fundamentar
una revisión del actual consenso.
2. EL
MODELO TRADICIONAL
Dicho “modelo
tradicional” generalmente admitido para la vida en Marte postula que:
·
La superficie de Marte es hostil a la existencia de vida
debido a la ausencia de agua líquida, al intenso flujo de radiación ultravioleta
(UV), y a un ubicuo estrato de substancias químicas altamente oxidantes.
·
La falta de materia orgánica en el material de la superficie
es prueba del estrato oxidante y del efecto del flujo UV (o de uno de ambos) así
como de la ausencia de vida.
·
Puede haber existido vida en la superficie en el
pasado geológico, cuando las condiciones eran más hospitalarias.
·
La vida subsistente puede habitar oasis subterráneos
con agua líquida allí donde las condiciones ambientales proveen un favorable
habitat.
Toda pretensión a la detección de vida en Marte ha de vérselas con
cada uno de los obstáculos que pone tal modelo y ciertos corolarios relevantes
que surgen del mismo. El trabajo presente tratará de mostrar que este “modelo tradicional” y sus corolarios, que
constituyen los mitos modernos acerca de la vida en Marte, no son sustentados
por los hechos.
3. EL
EXPERIMENTO DE LIBERACIÓN MARCADA DE LA SONDA VIKING
Por cuanto la vida es el fenómeno natural más complejo, la detección de
cualquier compuesto químico en Marte tiene pocas probabilidades de ser aceptada
como evidencia de vida. Por ende, la demostración de metabolismo activo fue la base del experimento de liberación marcada para
la detección de vida. La Figura 1 proporciona un diagrama simple del experimento.
FIGURA 1.
Esquema del experimento Viking de liberación marcada en atmósfera
marciana, presurizada con helio hasta 85 mb, en la oscuridad y 7 ºC a 10 ºC. Test cell, cámara de prueba; soil, muestra recogida de suelo.
Los nutrientes para la liberación marcada fueron seleccionados sobre bases
conceptuales y experimentales. Todos los nutrientes, o substratos, fueron compuestos
moleculares simples, como los empleados en experimentos del tipo Miller-Urey. Se
los estima de temprana formación en la Tierra primitiva y, por eso, verosimilmente
incorporados en las primigenias formas de vida, y probablemente retenidos a lo
largo de su proceso evolutivo. Cada nutriente candidato fue uniformemente marcado
con 14C. Esos nutrientes tienen isómeros ópticos, por lo que fueron
incluídos en forma de mezclas racémicas a fin de que cualquiera de sus dos estereoisómeros
estuviera disponible para incorporarse a la potencial vida marciana. Los nutrientes
fueron empleados en concentraciones mínimas en solución de agua pura, para impedir
alguna posible toxicidad como sucede, a veces, cuando a los microorganismos se
les proporciona liberalmente materias orgánicas o inorgánicas. La Tabla 1 presenta
los nutrientes de liberación marcada, sus concentraciones y sus actividades.
TABLA 1. Nutrientes de liberación
marcada
|
Estructura y posición de |
|
|
Actividad específica |
14C-glicina |
NH3·*CH2·*COOH |
2.5 × 10-4M |
4 |
16 |
● Total =
34 μCi, que proporciona 6.8 × 107 dpm ml-1
Miles de ensayos fueron realizados con especies microbianas, cubriendo
todo tipo disponible: cultivo puro, cultivos mezclados y suelos; y numerosos ensayos
de campo con suelos fueron conducidos en un amplio rango de ambientes, durante los
veinte años de desarrollo del experimento de liberación marcada. En las Figuras
2 a 4 se muestran ejemplos de ensayos de campo realizados con la temprana
versión en “resorte pastoso” del instrumento, que eyectaba un elástico cubierto
de silicona y recogía con él su muestra. Nunca se obtuvieron falsos positivos a
partir de muestras esterilizadas. La certidumbre de que la respuesta proviene
de organismos vivientes, la sensitividad[2]
(a apenas ~30 individuos o células/g), y la rapidez de la respuesta brindaron
alto nivel de confianza en el experimento.
FIGURA 2. Ensayo de liberación marcada a 4000 metros de
altitud, bien por arriba de la línea de vegetación arbórea, en White Mountain,
California.
FIGURA
3 (izq.): Ensayo de liberación marcada en
una duna del Valle de la Muerte – pese a haber sólo 0,9% de humedad en los dos
milímetros superiores de arena, se obtuvo inmediatamente una potente respuesta
positiva.
FIGURA 4 (der.): Ensayo de liberación marcada con “resorte pastoso” en las planicies desérticas del Mar Salton, llamado en inglés The Salton Sea (desierto del Colorado,
California del Sur).
4. GÉNESIS DEL
EXPERIMENTO DE LIBERACIÓN MARCADA
Una propuesta no solicitada para desarrollar el experimento de liberación
marcada (originalmente, “Gulliver”) fue sometida a la NASA en 1958. Tras puntillosa
revista, la propuesta obtuvo fondos en 1959. El experimento de inmediato se
reveló prometedor, lo que fue detallado en informes trimestrales y anuales sometidos
a la NASA. A fin de lograr su continuidad,
una nueva propuesta debía someterse anualmente a la NASA para su revisión. Hubo
así constante interacción con la NASA durante todo el desarrollo. El proyecto Viking
fue formado en 1969 y entonces la NASA convocó a una competición para experimentos
destinados a la detección de vida. Muchas propuestas fueron presentadas, entre
ellas la de la liberación marcada, que por otra vez atravesó el proceso de evaluación.
El experimento de liberación marcada fue seleccionado por los cuatro comités de
revisión establecidos por la NASA, cuyos miembros incluían personal de la misma
NASA, la National Science Foundation (NSF),
los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y las universidades. Todos ellos
aceptaron los criterios para detectar vida de la propuesta de liberación marcada,
a saber: evolución de gas marcado con 14C, seguida de un control tratado
con calor que produjese poco o nada de gas. Revisiones intensivas de la
liberación marcada, programadas y de sorpresa, fueron llevadas frecuentemente a
cabo por los comités de la NASA y del Proyecto Viking así como por “tiger teams” (equipos especiales para
inspección y evaluación independiente) durante los últimos diez años de desarrollo,
todo lo cual aumentó más aun el alto nivel de confianza que tenían sus
numerosos revisores en el experimento de liberación marcada.
5. LA
LIBERACIÓN MARCADA LLEVADA A CABO EN MARTE
Tras posarse de modo impecable, Viking 1 llevó a cabo el primer experimento
de liberación marcada el 30 de julio de 1976. El suelo que se sometía a ensayo
había sido recogido de la superficie por el brazo muestreador hasta una
profundidad de unos cuatro centímetros, ubicado en la caja de distribución y dispensado
para la liberación marcada. De inmediato tras la inyección de nutriente empezó
un despliegue de gas marcado con 14C. Después de unos tres días de acumularse,
el incremento de volumen de dicho gas se aproximó a una meseta, o plateau, aunque continuó mostrando un
aumento muy leve. Al final del ensayo del Ciclo 1 de ocho días marcianos o
soles, una segunda inyección de nutriente fue efectuada. Se verificó una neta disminución
del gas en el headspace o espacio
cabecera hasta que alrededor del 20% de dicho gas fue nuevamente absorbido por
la muestra, tras de lo cual una lenta re-evolución del gas a lo largo del Ciclo
2 de ocho soles restauró la amplitud completa del Ciclo 1. El protocolo requería
control en caso de respuesta positiva. Acordemente, una muestra duplicada de suelo
fue insertada en una nueva celda, calentada por tres horas a 160 oC para
esterilizarla (el procedimiento establecido de control para todos los experimentos
Viking en biología), se la dejó enfriar y finalmente fue ensayada. La muestra
duplicada virtualmente no produjo respuesta, de modo que completó los criterios
pre-misión para la detección de vida microbiana. Esos criterios no requerían una
respuesta positiva a la segunda inyección. Más aun, aislada
la muestra en la oscuridad y mantenida en la caja de distribución a ~10 oC,
los ensayos de liberación marcada mostraron que en un período de dos o tres
meses el suelo perdía su actividad. Pero se obtuvieron respuestas positivas de muestras
de suelo que, antes de la inyección de nutriente, habían sido almacenadas en
esas mismas condiciones durante varios días. Todos los resultados de liberación
marcada del Viking Lander 1 (VL1), como muestra la Figura 5, sustentan la presencia
de microorganismos vivientes o son consistentes con ella.
FIGURA 5. Todos
los ciclos del VL 1. En la abscisa, soles desde la inyección. La leyenda reza:
Comparación de la radioactividad desarrollada tras la primera inyección de nutrientes
radioactivos a cada ciclo de análisis del VL1. Una nueva muestra fue empleada
para las secuencias activas de los ciclos 1 y 3 mientras la muestra utilizada
para el ciclo activo 4 fue almacenada durante aproximadamente 141 soles a 10-26
ºC antes de usarla. Para el ciclo 2, una porción almacenada de la misma muestra
empleada para el ciclo 1 fue calentada durante tres horas a 160 ºC antes de la
inyección de nutrientes. Todos los datos fueron ajustados según los conteos de
fondo observados antes de la inyección.
A seis mil kilómetros de distancia se posaba la sonda Viking 2. Sus
resultados en materia de liberación marcada fueron muy similares a los de la
VL1. En base al conocimiento adquirido con los resultados de liberación marcada
de la sonda Viking 1, se ejecutaron controles aun más definitorios para discriminar
suplementariamente la naturaleza del agente activo. Estos
controles incluyeron mover una roca para permitir tomar una muestra de suelo
que no hubiera estado expuesta a la radiación UV durante intervalos geológicos.
Su activa respuesta refutó una hipótesis inicialmente prevalente, que sostenía que
la respuesta de liberación marcada era causada por la activación UV del suelo. Aun
otro ensayo demostró que un calentamiento incluso modesto
del suelo deprimía significantemente su respuesta. El agente activo en el
suelo, inicialmente respondiente a 10 oC, fue inhibido mucho o
inactivado por calentamiento a 46 oC o a 51 oC, tal como
lo es una variedad de microorganismos terrestres cuando se los sujeta a similar
diferenciación termal (por ejemplo, E. coli
v otros coliformes). Tal como en VL1, el almacenamiento del suelo durante meses
en la caja de distribución inactivó al agente. Todos los resultados de la liberación
marcada de VL2 se muestran en la Figura 6. Como en VL1, todos los resultados
sostienen la presencia de microorganismos vivientes o son consistentes con esa
presencia.
FIGURA 6. Todos
los ciclos de VL 2. La leyenda reza: Comparación de la radioactividad desarrollada
tras la primera inyección de nutrientes radiactivos a cada ciclo de análisis de
VL 2. Una muestra nueva, fresca, fue empleada en cada ciclo, excepto el ciclo 5
que utilizó una muestra almacenada antes de la inyección durante
aproximademente 84 soles a 7 ºC. La muestra usada en el ciclo 3 fue obtenida de
abajo de una roca. Los ciclos 1, 3 y 5 fueron secuencias activas, en tanto que
los ciclos 2 y 4 fueron secuencias de control en los cuales las muestras furon
calentadas por tres horas a ~ 61,5 ºC y ~46 ºC, respectivamente, antes de la
inyección de nutrientes. Los volúmenes de las muestras fueron de 0,5 cm3 excepto en el ciclo 5, que contenía 2,2 cm3. Todos los datos fueron ajustados para los conteos
de fondo observados antes de la inyección.
6. EL MODELO TRADICIONAL: OBJECIONES Y RÉPLICAS
Se propusieron objeciones a la aceptación de los datos de liberación
marcada como evidencia de vida, y los problemas que cada uno suscitó fueron los
siguientes:
a. Falla en detectar materia orgánica. El instrumento de análisis orgánico de la
misión Viking, un recortado cromatógrafo de gases y espectrómetro de masa (GCMS,
acrónimo de gas chromatograph-mass spectrometer)
diseñado para identificar el material orgánico que muchos presumían habría de
hallarse presente en Marte, no encontró moléculas orgánicas.[3]
Con base en este resultado, el firme consenso de la comunidad de ciencias del espacio
fue que las respuestas positivas de la liberación marcada fueron de origen no biológico.
Empero, el Experimentador GCMS excluyó su instrumento como detector de vida, manifestando
que para obtener resultados hubiera sido requerida la cantidad de materia orgánica de 1000 millones de células bacterianas[4].
Ulteriormente, se
informó[5]
que varios problemas con el tipo de instrumento GCMS del vuelo disiparon
adicionalmente su sensitividad. Tras anunciarse la detección de materia orgánica
en el meteorito marciano ALH4001, un funcionario de la NASA explicó que el GCMS
de la Viking no había sido suficientemente sensitivo para detectar el nivel de substancia
orgánica encontrado por el instrumento GCMS de escala completa con el cual se
había analizado el meteorite marciano. Ha sido también mostrado[6]
que la temperatura aplicada en el GCMS de la misión Viking no alcanzaba la
magnitud necesaria para vaporizar algunas moléculas orgánicas estables a ese calor
en células vivientes, lo cual, se ha afirmado, podría explicar el resultado
negativo del GCMS de la misión Viking en detectar materia orgánica. A los instrumentos
GCMS de las sondas planetarias subsecuentemente diseñadas se les han incorporado
correcciones, diseñadas para reparar ese problema y así proveerles una sensitividad
muy incrementada. Es interesante notar que la misión Viking, por sí misma,
produjo evidencia de que constantemente se está formando materia orgánica en Marte;
y de que la misma no es destruída por algún oxidante enérgico. En efecto, el Experimentador
de la liberación pirolítica (PR, Pyrolytic
Release) informó[7]:
“Los datos muestran que una fijación de carbono atmosférico tiene lugar en el material
de superficie de Marte bajo condiciones que se approximan a las marcianas.” En el
experimento, suelo marciano fue expuesto a atmósfera marciana simulada conteniendo
CO2 y CO marcados. Tras 120 horas, cualquier gas carbónico no fijado
fue apartado por medio de calor. Luego, tras calentar dicho suelo a temperatura
de pirólisis, se vaporizó en el espacio de cabecera cualquier carbono que
hubiera sido fijado. Cantidades estadisticamente significativas de gas carbónico
marcado fueron desarrollándose a partir del material de suelo marciano, proveyendo
evidencia de que fijación había ocurrido (pero en cantidad insuficiente para
sostener la pretensión de que se trata de biología). Esta formación de materia
orgánica y su persistencia todo a lo largo del experimento son evidencia contra
la presencia del oxidante(s) o cualquier otra característica del suelo que hubiese
de destruir toda traza de materia orgánica. El Experimentador de la liberación
pirolítica informó[8]
que “Nuestros
hallazgos sugieren que el UV que al presente alcanza la superficie marciana puede
estar produciendo materia orgánica . . . según lo encontrado, la cantidad de
producto podría ser considerable en intervalos geológicos.”
FIGURA 7. El experimento
de propiedades magnéticas de la misión Viking. Izquierda, imagen de la carta de
prueba de referencia del magneto de VL 1 en sol 31; derecha, de VL 2 en sol 42.
Cada imán levantó entre dos y cuatro milímetros del material de superficie. En
palabras del Experimentador de este experimento: "Si existe cierta
cantidad de material adhiriéndose al imán, podría decir con certeza que, sean
los que fueren los procesos de superficie que hay en Marte, los mismos de por
sí no son muy oxidantes."
b. Oxidante enérgico. Cuando, como arriba se indicó, el muestreo del suelo debajo de una
roca en Marte demostró que la radiación UV no es responsable de las aparentes ausencias
de vida y de materia orgánica, en su lugar se propuso la presencia de peróxido
de hidrógeno u otro(s) oxidante(s) enérgico(s) en el suelo. Tal hipótesis fue
formulada pese a los hallazgos del experimento de propiedades magnéticas de la
misión (Figura 7), de que el material de la superficie
de Marte contiene un abundante componente magnético, lo que es evidencia contra
cualquier condición altamente oxidada.[9]
Los autores del trabajo sobre el experimento Viking de propiedades magnéticas llegaron
a la siguiente conclusión: “Las posibilidades en cuanto a la naturaleza de las
partículas magnéticas detectadas en Marte
se resumen aquí. Algunas o todas podrían ser (1) granos de mineral sin oxidar altamente
magnético (Fe metálico, magnetita, pirrotita) formando el núcleo, bajo un revestimiento
rojizo de limionita o hematita”; y siguieron añadiendo otras varias posibilidades
menores, ninguna de las cuales podría tornar altamente oxidante el material de superficie.
La evidencia contra un oxidante provista por el PR, que antes acabábamos de revisar,
también fue despreciada por los teorizadores pro-oxidante. Después de la misión
Viking, dos observaciones infrarrojas (IR) con base en la Tierra, efectuadas
por el orbitador ESA[10],
y aun más recientemente datos del explorador robótico Opportunity (Figura 8), han
mostrado que el hierro en la superficie de Marte no está oxidado por completo
(forma férrica), sino que ocurre mayormente en forma ferrosa. Por ende es arduo
defender la existencia de algún ubicuo oxidante enérgico que destruya toda materia
orgánica en la superficie de Marte, o la sola presencia de dicho oxidante
enérgico en ambos sitios de descenso de las sondas Viking, obligando a explicar
no biológicamente los resultados positivos en los ensayos de liberación marcada.
FIGURA 8. Evidencia de hierro no completamente oxidado
en Marte.
c. “Demasiado, y demasiado pronto.” Se ha objetado que las respuestas
positivas a la liberación marcada, así como la cinética de la reacción, corresponden
a una reacción de primer orden, sin la demora o fases exponenciales que se observan
en las clásicas curvas de crecimiento microbiano – todo lo cual hablaría de una
simple reacción química. Empero, la Figura 9 muestra experimentos terrestres de
liberación marcada en una variedad de suelos, que produjeron tasas de respuesta
con la cinética y el rango de amplitudes de las liberaciones marcadas en Marte.
FIGURA
9. Comparación de respuestas activas en
la Tierra y en Marte a la liberación marcada.
d. Segunda inyección. Las segundas inyecciones de nutrientes no produjeron
nuevo desarrollo de gas. Al contrario, prestamente redujeron en alrededor del 20%
la cantidad de gas acumulado desde la primera inyección. Si bien la responsividad
a las segundas inyecciones no formó parte de los criterios para la detección de
vida por medio de liberación marcada, la ausencia de un nuevo surgimiento de
gas al inyectar medio fresco fue posteriormente citada como evidencia contra la
biología. Empero, un ensayo de suelo consolidado provisto por la NASA (Antarctic soil No.
664), conteniendo menos de 10 células viables/g[11],
mostró este tipo
de respuesta a la 2da inyección, como se observa en
las Figures 10a y 10b. (La alta cpm inicial del suelo antártico estéril refleja gas residual en
la celda de ensayo utilizada. Ello no interfiere en la demostración del efecto
de la 2da
inyección.) Así,
pues, el fracaso de la 2da inyección en elicitar una respuesta puede atribuirse a que
los organismos en la
muestra activa hubiesen muerto en algún momento tras la 1ra inyección,
durante la última etapa del Ciclo 1. El efecto de la 2da inyección fue
humedecer el suelo, causando que el mismo absorba gas del espacio de cabecera. El
gradual resurgir, con el tiempo, de gas en dicho espacio parece haber sucedido
a medida que el sistema se puso en equilibrio.
FIGURA 10a. Efecto de la 2da
inyección en suelo antártico.
FIGURA 10b. Efecto de la 2da
inyección en suelo marciano.
e. “No hay agua líquida, no hay vida.” Esta
alegación es el argumento primario interpuesto hoy por hoy por quien no acepte el
descubrimiento de vida por la liberación marcada de las Viking. Sin embargo, la
misma misión Viking brindó firme evidencia[12]
de la presencia de agua líquida cuando el aumento de temperatura de su pie,
respondiendo al levantarse del sol, se detuvo a 273 oK. Se ve nieve o helada en las imágenes de la
misión Viking del sitio de descenso (Figura 11).
FIGURA 11. Espesa helada o nieve en el sitio del VL-2
Lander (Viking Lander Image 21I093).
Reunidas, estas observaciones constituyen sólida evidencia de la presencia
diurna de agua líquida. Se han citado modelos teóricos
[13],[14]
y evidencia experimental directa [15]
demostrativos de que el agua líquida se verifica en las condiciones marcianas. El
Odyssey ha mostrado que, dentro de varios de los primeros centímetros de
profundidad en la superficie marciana, buena parte de Marte, incluyendo los dos
sitios de descenso Viking, contiene cantidades entre moderadas y abundantes de hidrógeno
(interpretado como agua, pero denominado “hielo”), mucho más que lo hallado en
los ensayos de liberación marcada en el Valle de la Muerte. El Pathfinder, a su
vez, ha mostrado que la temperatura de la atmósfera de Marte a nivel de la superficie
excede 20 oC durante parte del día, brindando transitorias condiciones
para el agua líquida. Los exploradores robóticos Spirit y Opportunity han tomado
imágenes que sugieren suelo húmedo, como se ve en la Figura 12. Explicando la pegajosidad del suelo, científicos
del MER han dicho que “puede contener pequeños glóbulos de agua líquida”, o “puede
contener fangos” (brine)[16].
FIGURA 12.
¿Pozas de fango en Marte?
Otras imágenes de Marte, tales como las Figuras 13 y 15c, muestran la actividad presente, aunque
intermitente, de regueros o arroyuelos. La creciente evidencia de agua líquida
en Marte ha resultado en el nacimiento de creencias según las que pueden
existir bolsones de agua líquida bajo la superficie, constituyendo oasis para la
vida. Empero, no hay sustento para la teoría de oasis de vida en la Tierra; virtualmente
toda la superficie de nuestro planeta está habitada por microorganismos vivientes.
La NASA, pese a declarar al “siga el agua” como su ruta para encontrar vida en Marte,
no ha enviado allí un instrumento para detección del agua líquida. Han sido
encontrados microorganismos nativos creciendo en los hielos del Polo Sur terrestre[17],
como se ve en la Figura 14, y en el permafrost del Ártico.[18]
Pero aun en esos congelados sitios existe agua líquida. Películas muy delgadas de
agua líquida existen en los intersticios del hielo y minerales, y bastan para
sostener una ecología de especies altamente diferenciadas.
FIGURA 13. Imagen
del Mars Global Surveyor. Algunos investigadores en la NASA proponen que el
agua líquida puede manar de las paredes de este crater sin nombre en el
hemisferio sur del planeta. Foto cortesía de la NASA.
FIGURA 14.
Microbios del Polo Sur. Algunos científicos han hallado
evidencia de que hay microbios que viven en el hielo del polo antártico. BBC News Online, science editor Dr. David Whitehouse, 10 de
julio de 2000.
Barniz
del desierto. En 1979
se llamó la atención del autor[19]
sobre la posible presencia del denominado barniz
del desierto en algunas de las rocas marcianas. El barniz del desierto ha sido
informado[20]
como de origen microbiano o conteniendo productos producidos por microorganismos.
Desde entonces, muchos artículos adicionales[21],[22],[23],[24]
han comentado acerca de la relación causal entre barniz del desierto
y microorganismos. También se han descripto[25]
detalles de la formación y composición del barniz de las rocas (o del desierto)
y su potencial relevancia específica para la cuestión de la vida existente en Marte.
La Figura 15 exhibe aquí lo que parece ser barniz del desierto en rocas de uno
de los sitios de descenso de las Viking. Un reciente artículo de novedades[26]
informa acerca de un reencendido interés en el barniz del desierto como evidencia
de la vida en Marte.
FIGURA
15. Posible barniz del desierto en Marte.
Piedras iluminadas de frente en un sitio
de descenso Viking exponen un brillante lustre, que podría tratarse de barniz
del desierto. Imagen cortesía de la NASA, crédito: Barry DiGregorio.
Ritmo
circadiano. El re-examen
de la cinética de la respuesta a la liberación marcada en Marte indicó otra posible
componente biológica. Se ha propuesto[27],[28]
que la cinética de evolución del gas marcado en los experimentos Viking de liberación
marcada podría atribuirse a un ritmo circadiano, un fenómeno biológico casi universal
en todo organismo vivo. Mientras que se detectaron indicaciones de ritmo
circadiano en los datos Viking de liberación marcada, en los dos artículos citados
las mismas no alcanzaron el nivel de firme significación estadística. Empero otro
artículo[29],
utilizando una aproximación no linear, concluyó así: “Nuestros resultados apoyan
con firmeza la hipótesis de un origen biológico del gas colectado por el experimento
de liberación marcada a partir de suelo marciano.” Estudios adicionales al
presente en progreso se encaminan a verificar la significación estadística de
esa conclusión.
Indicadores atmosféricos. Sumándose a la creciente
marea de hechos que sostienen la detección de vida por los experimentos Viking de
liberación marcada, se encuentran los recientes hallazgos, en la atmósfera marciana,
de metano, formaldehído y posiblemente amoníaco[30],[31],[32],[33].
Estos gases con frecuencia se implican en el metabolismo microbiano y son, en
consecuencia, posibles indicadores de vida. El metano, gas lábil ante el UV y
de breve vida media, ocurre en cantidades estimadas no adecuadas para su tasa
de reemplazo, ya que el catastro termal de todo el planeta no ha indicado ninguna
actividad volcánica, potencial fuente no-biológica de metano. En la atmósfera
de la Tierra, el metano se sostiene primariamente por el metabolismo biológico.
A más, el metano detectado en Marte estaba asociado con vapor de agua en la
atmósfera, lo que es consistente con la posible existencia de vida, si no
indicativo de la misma.
7. LA SITUACIÓN ACTUAL
Quizás lo más significativo, en la prolongada y tortuosa historia de
los esfuerzos por determinar qué detectó en Marte la liberación marcada de las Viking,
es que no se ha informado que exista en Marte ninguna condición o característica
inconciliable con la existencia de vida, ni siquiera incompatible con la supervivencia
y crecimiento de algunas formas de microorganismos terrestres.
Durantes los treinta años tras el descenso de las Viking, se hicieron
más de cuarenta intentos para explicar abióticamente los resultados de la liberación
marcada. A la fecha, ningún experimento ha duplicado o se ha aproximado realisticamente
a los resultados positivos y de control de la liberación marcada en Marte,
excepto cuando utilizaron microorganismos vivos.
La ciencia no es un proceso democrático y los descubrimientos quebranta-paradigmas
siempre estuvieron sometidos al escepticismo, y a años de demora, antes de que
la comunidad científica los reconociese. Con el fracaso de todas las
explicaciones alternativas propuestas para los resultados de la liberación
marcada de la misión Viking, el momento para aceptar la vida en Marte puede
estar a mano. La credibilidad de los resultados de la liberación marcada adelantó
significativamente con lo que se aprendió sobre la vida después de las Viking. La
vida no está ya constreñida a la delgada y frágil película en, encima y bajo la
superficie de la Tierra, como se nos enseñaba antes de las Viking. Sabemos
ahora que opera cierto "imperativo biológico" sobre la Tierra. Ha permeado
superficie, profundidades y atmósfera de nuestro planeta, por doquier, hasta en
ambientes tan hostiles como algunos de Marte; quizás la única excepción es el
magma al rojo. Incluso si la vida nunca se hubiera originado en Marte, sabemos
ahora que podría haber sido depositada allí bien amparada, llegando desde la
Tierra u otras proveniencias.[34]
Desde que logramos justipreciar las exigencias al transporte interplanetario viable
entre la Tierra y Marte, se ha hecho más dificultoso imaginarnos un Marte estéril
que uno viviente. De hecho, se está haciendo aparente que la Tierra y Marte pueden
ser parte del mismo proceso biosférico.
8. FUTUROS
EXPERIMENTOS PARA LA DETECCIÓN DE VIDA
Se ha afirmado que, en futuras misiones en
búsqueda de vida, métodos más nuevos y modernos han de reemplazar a la liberación
marcada. Mientras por cierto hay que buscar métodos adicionales, el abandono de
la tecnología de liberación marcada es contrario a las enseñanzas de la ciencia.
Referidos a la vida o no, en Marte la liberación marcada ha obtenido colosales
resultados. El método científico enseña que, cuando se realiza un nuevo hallazgo,
el camino mejor y menos riesgoso para expandir esa cabecera de playa del conocimiento
es refinar y re-aplicar la misma herramienta que hizo el descubrimiento inicial.
El microscopio de Leeuwenhoek, que abrió las puertas de la ciencia microbiológica,
no fue descartado para en cambio desarrollar, digamos, métodos en busca de detectar
los sonidos de los microbios. El instrumento de Leeuwenhoek fue ardientemente perfeccionado,
generando sus modernos descendientes. Pero el método de liberación marcada ha
sido puesto a un lado durante 30 años y los métodos para detección de vida
extraterrestre hoy día en desarrollo buscarán “biomarcadores”, es decir, moléculas
normalmente asociadas a la vida. Pero sus resultados, si fueran positivos, no
pasarán la dura prueba de la navaja de Ockham – tal como tampoco la pasan los
hallazgos de lo que parece ser fósiles microbianos en rocas meteoríticas de origen posiblemente
marciano. A
menos de demostrar metabolismo activo, resulta inverosímil que ningún resultado
experimental doblegue el escepticismo científico.
FIGURA 15b.
¿Agua en Marte? Imagen de invierno, NASA.
FIGURA
15c. Reciente actividad de reguero en la
superficie de Marte. Comparación entre el 22 de diciembre de 2001 y el 26 de
agosto de 2005 (tres imágenes superiores) en la pared noroeste de un cráter en
Terra Sirenium. En las dos imágenes siguientes: paisaje en un cráter en la region
de Centauri Montes, el 30 de agosto de 1999 (izquierda) y el 10 de septiembre
de 2005. Dos imágenes finales: detalles de la reciente actividad de superficie.
La naturaleza del flujo aparentemente acuoso aún no pudo discriminarse. Imágenes
hechas públicas en noviembre de 2006, tras la exposición original del presente
trabajo por su autor. Crédito: NASA/JPL/MSSS /Science
Más lamentable es el hecho de que ningún ensayo
para la detección de vida haya sido enviado a Marte desde la misión Viking, ni
siquiera un experimento para confirmar o identificar el “oxidante enérgico” que
produciría la señal en las liberaciones marcadas que tuvieron
lugar en Marte. La confirmación de tan sorprendente actividad química de la superficie
de Marte debería, por sí misma, constituir un descubrimiento científico mayor, el
que debería haberse proseguido investigando en descensos subsiguientes a las sondas Viking. Además, los
datos logrados con la fortuna de mil millones de dólares de 1976 gastados en la
misión Viking todavía no han sido objetivamente revisados para juzgar la evidencia
de vida. No se ha publicado ninguna refutación científica creíble de los resultados
de la liberación marcada, pero aseveraciones sujetivas como “La comunidad científica
no acepta los resultados de la liberación marcada como evidencia de vida” son comunes.
FIGURA 16.
TWEEL (Twin
Wireless Extraterrestrial Experiment for Life) montado en un explorador
robótico.
Un siguiente paso lógico, que prosigue la
investigación de la vida en Marte, es la adaptación quiral del experimento de liberación
marcada. Lejos de abandonarlo, dicha adaptación construye sobre el legado de
ese experimento. Todas las formas conocidas de vida exhiben una preferencia exclusiva
o muy fuerte para aminoácidos “de mano izquierda” y carbohidratos “de mano derecha”,
por sobre sus respectivos enantiómeros. El experimento
de liberación marcada quiral para detectar metabolismo quiral
activo, fotosíntesis y ritmo circadiano se expone en las Figuras
16 y 17.
FIGURA 17. Twin Wireless Extraterrestrial Experiment for Life (TWEEL):
Experimento de liberación marcada quiral /ritmo
circadiano/fotosíntesis para la detección de vida.
Mientras que la pretensión de evidenciar vida con el hallazgo de
cualquier especie química o “biosignatura” puede refutarse por aplicación de la
navaja de Ockham, la demostración de metabolismo activo por cualquiera de estos
tres métodos constituiría indisputable evidencia de vida. El experimento quiral
de liberación marcada podría no sólo probar la existencia de vida al más terco
contendor de los resultados de la liberación marcada en Marte, sino además
determinar si esa vida no está filéticamente relacionada con nosotros. El resultado
más excitante sería encontrar que no lo está, demostrando con ello una segunda génesis
independiente, fuertemente implicativa de que la vida ha de pulular en el
universo – otro quebrantadero de modelos. He propuesto el experimento quiral de
liberación marcada a varias agencias espaciales muchas veces, formal e informalmente,
sin aceptación. Aquí y ahora, lo propongo una vez más.
9. RECOMENDACIONES
En base al argumento para la vida en Marte, arriba alegado y en mayor detalle
en el sitio de Red spherix.com/Marte, en interés
de responder esta mayúscula cuestión científica se formulan las siguientes recomendaciones:
a.
Un panel de científicos independientes habría de convocarse para estudiar
los resultados de liberación marcada de la misión Viking y todo otro dato relevante
a la cuestión de la vida. Se rendirían un informe detallado de los hallazgos y
una conclusión. Hasta ahora no ha habido una formal revisión de pares para este
experimento y los datos relacionados; la conclusión negativa fue expuesta y promulgada
sólo por varios científicos de la misión Viking antes de la publicación por los
Experimentadores.
b.
Toda nave espacial enviada de ahora en más a descender en Marte debiera
llevar un ensayo para la detección de vida.
c.
El experimento de liberación marcada quiral, fotosíntesis y ritmo circadiano
debiera ser enviado
a Marte en la primera oportunidad.
d.
Imágenes de las mismas áreas de Marte tomadas en diferentes tiempos
debieran compararse para establecer variaciones temporales como evidencia sugerente
del flujo de agua líquida. Las imágenes sugerentes debieran ser asimismo comparadas
con otros tipos de datos marcianos, a fin de detectar correlaciones con vapor
de agua en la atmósfera, temperatura y estaciones. Han de buscarse cambios sugerentes
de vida en la coloración y forma en los mismos rasgos fotografiados en diferentes
momentos, en las muchas imágenes de la superficie de Marte tomadas por los orbitadores,
el telescopio Hubble, Spirit y Opportunity.
œ
AGRADECIMIENTOS: El autor desea reconocer y agradecer a la
NASA por brindar los fondos para el experimento de liberación marcada, entre
1959 y 1979; a la Dra. Patricia A. Straat, co-Experimentadora Viking Labeled R.,
cuyos esfuerzos fueron indispensables para el desarrollo y vuelo del experimento
de liberación marcada; al Dr. Richard Hoover, de la NASA MSFC, por invitar y
alentar al autor a presentar trabajos en las Conferencias en Astrobiología convocadas
por la International Society for
Photonics and Optical Engineering (SPIE); a doña Kathy Brailer, asistente ejecutiva
del autor por muchos años, que ayudó grandemente a preparar el manuscrito de
este trabajo; y asimismo a Spherix Incorporated por sostener sus esfuerzos
ulteriores al financiamiento de la NASA.
_______
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© November 2006 Electroneurobiología. Este texto es un artículo de
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Electroneurobiología
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ONLINE 1850-1826 - PRINT 0328-0446
* Este trabajo constituyó la contribución del Dr. Levin al 2006 International Symposium on Optical
Science and Technology de la Society of Photo-Optical Instrumentation
Engineers (SPIE), cuya versión original apareció como "Modern myths of
Mars" in Instruments, Methods, and
Missions for Astrobiology IX: Proceedings of the Society of Photo-Optical
Instrumentation Engineers (SPIE), vol. 6309, 63090C (2006). Recibido el 19/11/2006.
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Diversificación
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Tema: el electroencefalograma de los reptiles invierte una relación básica en el electroencefalograma de los mamíferos: con frecuencia el de los reptiles pasa a presentar sincronías cuando están despiertos y a desincronizarse cuando están dormidos, mientras que en mamíferos es al revés. Así, esta sincronización del electroencefalograma reptil no concurre con la desconexión sensitiva del entorno, que encontramos en el sueño mamífero.
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Cálculo
de potenciales dentro de las células
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intensidades eléctricas y magnéticas en cada compartimiento neuronal: The nervous principle: active versus passive electric
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field strengths inside different neuronal compartments) (LONG FILE IN ENGLISH with
Bulgarian, Russian and Spanish abstracts/TOCs)
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