Mario Crocco - Evolución de la antropología filosófica de Ramón Carrillo: la etapa definitiva  (Castellano).

¿Cómo conecta el órgano cerebral al psiquismo eclosionado en él con la temporalidad extramental? Veámoslo según la perspectiva desarrollada en la tradición argentino-germana (perspectiva poco compartida aún entre colegas angloestadounidenses, la mayoría ligados por razones económicas y culturales al modelo esquiliano-platónico de la "huella" mnésica y a la modelización del cerebro por redes computacionales neuroquímicas en un único marco de referencia automático). El cruce de la parte superior a la inferior de esta imagen ilustra la transferencia desde un marco de referencia relativístico a otro (translorenciación, transdilatación, transframing), de formas o patrones espaciotemporales plasmados en cierta distribución de fotones (los fotones son los portadores de la acción física en la modalidad de interacción electromagnética) al "dibujo", de esas mismas formas espaciotemporales o patrones, en los portadores de la acción de aquel otro campo de fuerza al que se detecta reconociendo la deflexión del curso de la evolución biosférica. (Este campo de fuerza es la modalidad de interacción noemática; tal deflexión del curso biosférico ocurre al seleccionarse cerebros que proveen, a cada especie biológica empsiqueada, contenidos mentales epistemológicamente adecuados para monitorear su entorno).

En la figura aquí presentada, el engranaje representa al mecanismo de acople entre las variaciones del potencial del campo electromagnético y del campo de fuerza noemático, todo instalado (tal como el cerebro mismo) en la espacialidad extramental. La línea móvil inferior, en cambio, representa las operaciones mentales — mnésicamente retenidas con su propia resolución temporal y combinadas en un sistema equilibrable de operaciones práxicas, por ejemplo como lo describe Piaget — de un observador cadacuáltico que diferencia dentro de sí (es decir, en su propia realidad óntica) las entonaciones sensoriales con las cuales tal observador reacciona a las variaciones de este último potencial (el del campo de fuerza noemático, detectado en la mencionada deflexión del curso evolutivo biosférico). Se trata, interesantemente, de las variaciones que ocurren sólo en la porción o parcela de naturaleza a la que tal particular psiquismo observador eclosiona circunstanciado; es decir, en aquella parcela o volumen por donde tal psiquismo interactúa con la extramentalidad, "localizándose" o mejor dicho asomando su presencia operativa. En la parte superior de la figura cursan los eventos definidos por su representación electromagnética (o sea, por su representación en fotones). En el panel de la izquierda, el proceso de representación opera en tiempo real (manteniendo un pequeño avance o antipación procesal, llamado el intervalo Á por el cual el experienciante va siempre de antemano a lo captado) y el observador está DESPIERTO: observa qué ocurre en torno, resuelve temporalmente sus noticias sensoriales y apercibe lo que pasa. Tras la transferencia desde un marco de referencia relativístico a otro (de arriba a abajo, en la figura) de esas noticiosas variaciones, el psiquismo observador las operacionaliza (esto es, las apercibe o interpreta en su relevancia biológica) en el sistema de operaciones equilibrables que ha sedimentado en él (o sea, que constituye su memoria práxica) a lo largo de su desarrollo intelectual.

En el panel de la derecha, en cambio, el observador DUERME Y SUEÑA. El estado electroneurobiológico del tejido neuronoemático (la substancia gris cerebral: el gris nervioso o nervöses Grau) reduce menos, por vía del mencionado acople (que depende de la dinámica del estado electroneurobiológico), la velocidad de los portadores de la acción del campo de acción noemática, apurando la secuencia de sus "dibujos" espaciotemporales. Este es un efecto (relativístico) del cambio de velocidad de aquellos portadores de acción en que la presencia operativa del psiquismo se encuentra localizada en la naturaleza extramental. Así el psiquismo que allí mantiene su presencia operativa ya no puede apercibir (interpretar operativamente desde su desarrollo intelectual) las sensaciones con las cuales él mismo reacciona a esos dibujos, patrones o formas espaciotemporales. No tiene su resolución temporal como lo grafica la figura, donde el grano temporal aparece "gordo"; así debería tenerlo para seguir despierto. Pero no lo tiene: la resolución de secuencias del sistema interno de operaciones equilibrables de un psiquismo no varía. Sigue en realidad como estaba en la fila inferior móvil del panel de la izquierda. Por eso el soñante no percibe lo que acontece en derredor.

Así estas sensaciones quedan en profunda desatención y no son mnésicamente registradas en términos práxicos (amnesia anterógrada). Ello ocurre, digámoslo otra vez, porque el sistema de operaciones mentales (combinadas en praxias de muy diverso nivel) mantiene la propia resolución temporal o "grano" (xenocrónico) con el cual sedimentó mnésicamente durante su desarrollo ontogénico. Al cambiar, con el paso de la vigilia al sueño, la resolución o grano temporal de los patrones espaciotemporales externos a los que reacciona entonándose sensorialmente, este psiquismo no puede apercibir tales reacciones sensoriales suyas y no las entiende, interpreta ni retiene. De tal modo, este psiquismo observador puede poner a su cerebro en estados a los cuales reaccionará (tras el intervalo Á, el mencionado avance o antipación operativa que impide al psiquismo sorprenderse in flagranti) plasmando con su secuencia el sueño que sueñe, mientras bloquea por desintelección las noticias sensoriales del exterior plasmadas en las mismas regiones del cerebro. Este mismo mecanismo distingue, al foco de atención, respecto a su periferia menos operacionalizada ("desatendida"); y a la amnesia anterógrada post-traumática, del registro mnésico vigil normal (aprendizaje).

Es este un resumen sumamente conciso del punto en cuestión. Se lo hallará más ampliamente explicado en varios de los precedentes artículos en línea: los dos republicados por The MIT Press (Cambridge, London), a saber Effects y A Palindrome; dos republicados en los archivos PhilSci de la University of Pittsburgh (Why is Time Frame-dependent in Relativity?) y Cogprints en la University of Southampton (On Minds' Localization), y uno castellano (¡Alma 'e reptil! ); y en obras de síntesis aún no disponibles como texto electrónico, por ejemplo, Sensing (IEA, Bs. Aires, 1996) y Cómo el tejido neurocognitivo genera fenómenos psicológicos (UBA, Bs. Aires, 1984). Véase asimismo los comentarios insertos más arriba en esta misma página de red, los artículos en la Sección "Nociones generales" del presente Índice por Temas, y los ensayos introductorios a Chr. Jakob, La filogenia de las kinesias, y a Christofredo Jakob y Ramón Carrillo, La definición científica de la vida.